10 curiosidades de El Señor de los Anillos

Quién no conoce todavía la mítica saga de El Señor de los Anillos. Quién no ha leído algún fragmento de la conocida obra de Tolkien o visto una escena de las películas de Jackson. No hay duda de que El Señor de los Anillos es una de las obras más reconocidas en el mundo literario, pero también en el mundo del cine. Como apasionado de la saga y de las películas, además del mundo de las curiosidades —soy de esos a los que les gusta ver los comentarios del director, o los Making off—, me veo en la obligación de traeros una serie de curiosidades que quizá todavía no conozcáis, aunque estoy seguro de que los más fans ya las conocerán. En este caso, las curiosidades giran en torno a la trilogía de películas de Peter Jackson, basadas por supuesto, en la mítica saga de El Señor de los Anillos, escrita por J. R. R. Tolkien.

   1. Cómo comenzó todo

Peter Jackson conoció la existencia del libro de El Señor de los Anillos después de ver la película homónima de Ralph Bakshi de 1978. Finalmente, en su juventud, leyó las novelas de golpe, en un viaje de tren que duró más de 20 horas. Le gustó tanto que en 1995, cuando se encontraba trabajando en su película The Frighteners, consideró hacer una adaptación de las novelas ya que nadie parecía hacer nada sobre ellas. Junto con su mujer, Fran Walsh, tuvo la idea principal de adaptar primero El Hobbit al cine, y si este tenía éxito, hacer también El Señor de los Anillos. Tras muchos problemas de derechos y distribución, se fijó el proyecto de adaptar solamente El Señor de los Anillos.

   2. Unas cifras de locos

La trilogía completa fue rodada toda en conjunto. El equipo decidió grabar las tres juntas. Empezando el rodaje el 11 de octubre de 1999 y terminando el 22 de noviembre de 2000. Se realizaron también durante 2000 y 2004 rodajes menores adicionales, terminando con un total de 438 días de rodaje. Además, se filmó en más de 150 localizaciones, con siete unidades diferentes rodando. Se llegó a la increíble cifra de 1.828km de metraje. Por ejemplo, de la épica batalla del Abismo de Helm se tenían unas 20 horas de rodaje, de las que finalmente se vieron unos 50 minutos. Las películas cuentan así mismo con 2.730 efectos especiales, en su versión extendida con 3.420. Se fabricaron 200 máscaras de orcos, 48.000 armaduras, más de 1.800 pares de pies de Hobbit. En total llegaron a participar más de 2.400 personas simultáneamente en las películas.

3. Lesiones y golpes

Uno de los riesgos de un rodaje tan largo y tan intenso es que hubiese lesiones, golpes y otros problemas para los actores. A lo largo del rodaje, muchos sufrieron estos riesgos. Uno de los más conocidos son los dos dedos del pie que se rompió Viggo Mortensen —Aragorn— al dar una patada al casco de un Uruk. Ocurrió en Las dos torres, y la toma que se ve en la película es precisamente en la que se rompe los dedos. El dolor fue tal que gritó y se arrodilló. Todos pensaban que formaba parte de la interpretación, hasta que cortaron la escena y se enteraron. Pero eso no fue lo único que le pasó a Mortensen. También, en una de las grabaciones de la batalla del Abismo de Helm, uno de los orcos golpeó al actor con un escudo en la cara. Le dio tan fuerte que hizo que uno de sus dientes se partiese. Viggo pidió que se lo pegasen para no cortar el rodaje, pero el equipo insistió en que recibiese atención médica.

Curiosidades del cine   Por otra parte, Orlando Bloom —Legolas— se fracturó una costilla al caerse de su caballo. Sean Astin —Samsagaz— se cortó la planta de uno de los pies con un cristal en un río. El doble de Gimli se dislocó una rodilla, y John Rhys-Davies —el verdadero Gimli— descubrió que era alérgico al maquillaje al que se sometía para interpretar a su personaje, por lo que tuvo la piel de la cara en carne viva durante varios meses. Terminó tan agotado que dijo que nunca más iba a interpretar un papel en el que necesitase maquillaje.

   4. Viggo Mortensen y los caballos

A Viggo le encantan los caballos. Durante el rodaje, el establo donde permanecían los caballos se dejaba abierto para que los actores pudieran visitarlos. Liv Tyler, Orlando Bloom y el mismo Viggo Mortensen incluso iban en días festivos. Para que Brego —el caballo de Aragorn— confiará en Viggo, este llegó a dormir junto al corcel en el propio establo. Era tanta la pasión que sentía por él, que muchas ocasiones el actor no quería que su doble especialista realizará algunas tomas. Finalmente Mortensen acabó comprando el caballo.. Y no solo eso, sino que en un acto de solidaridad también le compró caballos a otros especialistas que no podían permitírselo.

   5. El ejército neozenlandés

Para las escenas de guerra de las películas, como la de la batalla de la Puerta Negra, el equipo necesitaba a más hombres de los que tenían a su disposición. Se les ocurrió la idea de pedir ayuda al ejército neozelandés, y este acudió a las grabaciones sin pensárselo demasiado. De hecho, se lo tomaron tan en serio que muchos peleaban de verdad, e incluso llegaron a dejarle heridas a los orcos contra los que combatían.

   6. La Puerta Negra de Mordor está mal recreada

Los más fans de Tolkien se habrán dado cuenta que en los libros la Puerta Negra de Mordor no está descrita como dos puertas que se abren, sino que es más bien una especie de muralla que impide el paso a la tierra de Mordor. En las películas, en cambio, vemos que la Puerta tiene dos puertas que se abren. Esto se debe en realidad a un error de guión. Peter Jackson entregó el guión a los constructores de decorados virtuales en el que se dice que estaba escrito «puertas», en lugar de «una puerta». Cuando vieron el error ya era demasiado tarde para cambiarlo, y por eso en las películas se ve que la Puerta Negra de Mordor tiene dos puertas.

   7. Las 10.000 gargantas de El Abismo de Helm

Un día Peter Jackson y su equipo de técnicos de sonido acudieron a un estadio de rugby en Nueva Zelanda, donde se estaba jugando un partido. En mitad de este, durante el descanso, Jackson comenzó a indicarle a los más de 10.000 espectadores que gritasen e hiciesen ruido de cierta manera. Las grabaciones pueden oírse en la propia batalla de El Abismo de Helm, puesto que los espectadores estaban interpretando a los cientos de orcos que gritan antes de comenzar la guerra.

8. Los cameos de Peter Jackson

Quizá nunca te has dado cuenta, pero el propio Peter Jackson sale en las tres películas a modo de cameo. A Peter le gusta aparecer en las películas que dirige, pero lo hace de forma muy sutil y no te darás cuenta a no ser que sepas que es él, o prestes mucha atención. En La Comunidad del Anillo se le puede ver cuando los cuatro Hobbits llegan a la posada de Bree. Jackson es uno de los hombres que se ven por la ciudad mientras llueve, y aparece comiendo una zanahoria. También apareció en Las dos torres, durante la batalla de El Abismo de Helm, en uno de los planos en los que unos hombres abren unas rendijas de madera y tiran sus lanzas contra los orcos. Por último, apareció de nuevo en El Retorno del Rey, pero está vez acompañado de todo su equipo de efectos visuales y mucho más maquillado, en uno de los barcos negros de los corsarios. De hecho, en la propia versión extendida de la película se puede ver una escena donde es asesinado por el mismo Legolas. También en esta película sale su brazo agarrando la daga Dardo, cuando Sam aparece para rescatar a Frodo de Ella-Laraña.

   9. El mundo vegetal de los Hobbits

Seguramente no te has parado a pensar de dónde salen tantos y tantos alimentos que se ven en pantalla durante algunas escenas. Más en particular, todo ese mundo vegetal de los Hobbits que se puede observar alrededor de La Comarca, en sus fiestas, en sus habitantes... Un año antes de comenzar a rodar las películas, se plantaron 5.000 metros cúbicos de plantas en un invernadero especial. Todo esto sirvió posteriormente para recrear el mundo vegetal de los Hobbits que podemos ver en las películas.

   10. La Comunidad lleva tatuado el nueve

Después del intenso rodaje de las películas y para celebrarlo, los actores principales que interpretaban a La Comunidad del Anillo decidieron tatuarse la palabra nueve en alguna parte de su cuerpo, generalmente escrita en Tengwar —el idioma inventado por Tolkien para los libros, también conocido como élfico—. Decidieron tatuarse la palabra nueve, puesto que la Comunidad la forman nueve miembros. Sin embargo, el actor que interpreta a Gimli, John Rhys-Davies, no lleva el tatuaje. Cuando le propusieron hacerlo dijo: «Hice lo que cualquier actor que se precie haría frente a un truco que podría poner en peligro su vida. Envié a mi doble a que se lo hiciera». Y así es, el doble de Gimli lleva el tatuaje en lugar de Rhys-Davies.// La piedra de Sísifo (COM)

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