10 claves para que los niños hagan ejercicio físico

Lo dicen los médicos. Lo repiten los profesores. Lo insisten los que más saben y lo repetimos en esta revista: el ejercicio físico es primordial desde la infancia. No se trata sólo de tener un "tipín", sino que realizar deporte tiene múltiples beneficios: previene enfermedades como la obesidad, ayuda a los niños a aprender a trabajar en equipo, otorga autoestima a los pequeños... ¡son todo beneficios!

Los peligros de la inactividad física

Pero no sólo eso. La falta de ejercicio "supone un riesgo importante para la salud física y psíquica de cualquier persona". Así lo alerta el grupo de actividad física de la Asociación Española de Pediatría, AEP, que insiste en que la práctica regular de cualquier actividad física en niños y adolescentes "ayuda en la prevención y tratamiento de la obesidad, enfermedades del corazón, alteraciones psicológicas, enfermedades de los huesos y algunos cánceres".

Hacer deporte permite que los niños se desarrollen de una forma global, pues no sólo constituye una fuente de salud física, sino que el ejercicio mejora la integración de los pequeños con su grupo de iguales y el entorno. El deporte fomenta los valores positivos como el compañerismo y hace que los niños adquieran estilos de vida saludables (comer bien para tener energía para hacer deporte y pasarlo en grande, por ejemplo).

Niños haciendo ejerciciosPor todo ello, y porque quienes realizan ejercicio viven más y mejor, los pediatras han elaborado este decálogo de consejos para fomentar la actividad física en los más pequeños de la casa. Aquí lo reproducimos.

Decálogo para el deporte en niños

Se recomienda la realización de actividad física moderada o vigorosa durante un mínimo de 60 minutos diarios, pudiendo repartirse en dos o más sesiones, en su mayor parte aeróbica e intercalando actividades vigorosas para el fortalecimiento muscular y óseo 3 veces por semana. La actividad física durante más de 60 minutos aporta beneficios adicionales para la salud.

No al sedentarismo. Cualquier tipo de actividad cotidiana es mejor que la opción sedentaria. Camina, utiliza la bicicleta y sube por las escaleras. Asegura el tiempo de estudio y de aprendizaje. Limita el tiempo frente al televisor y otro aparatos electrónicos.

Diversión y juego. Son preferibles las actividades en grupo, divertidas y al aire libre.

Seguridad. El entorno físico debe ser adecuado y sin peligros. Haz caso de las normas de seguridad para la práctica de deporte.

En cualquier condición de salud. La actividad física adaptada a cada situación mejora globalmente el estado de salud y la evolución de los niños con enfermedad crónica y discapacidad.

Cuestión de hábitos. La práctica de ejercicio físico debe ser un hábito saludable desde la infancia. Los hábitos se mantienen fácilmente con el tiempo y se echan de menos cuando faltan.

Actividad prioritaria. Incorporar el ejercicio físico entre las actividades diarias de tu hijo. Aprovecha las actividades extraescolares e invierte en su salud.

Da ejemplo. Realiza ejercicio físico y planifica actividades en familia si quieres que tu hijo sea activo.

Hidratación. Asegura el aporte de líquidos, sobre todo cuando la actividades es intensa y el ambiente caluroso.

Alimentación variada y equilibrada. Pilar fundamental para la salud junto con la actividad física.

Como véis, ninguna de las recomendaciones son difíciles de seguir. Solo hay que concienciarse en la importancia de la vida sana e integrar estas pequeñas claves en la vida diaria de la familia. Seguro que todos lo agradecéis y os sentís mucho mejor con vosotros mismos.// Hacer Familia

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