El telescopio espacial James Webb, considerado el sustituto del célebre Hubble, va a costar entre 800 y mil millones de dólares más de lo previsto, que eran unos 5.000 millones (3.640 millones de euros).
El sobreprecio, develado en un informe de un comité de expertos que ha evaluado el programa y anticipado por la revista Science, puede suponer un retraso de dos o tres años en el lanzamiento del observatorio, fijado para el 2014.
Además, recalcan los especialistas consultados por la revista, las necesidades económicas aumentadas pueden repercutir negativamente en otros proyectos de la NASA.
El director de la agencia espacial, Charles Bolden, ha reconocido el problema en un comunicado: "Estoy decepcionado porque no se ha mantenido el control de coste y es algo en lo que tenemos que esforzarnos, algo a lo que tienen derecho, en todos nuestros programas, los ciudadanos que pagan sus impuestos".
Desde el punto de vista técnico, Bolden ha resaltado que el futuro telescopio avanza según lo planeado. El James Webb, un proyecto de la NASA con participación de la Agencia Europea del Espacio, como el Hubble, será un telescopio infrarrojo con un espejo de 6,5 metros de diámetro, formado por segmentos.
Vía: La Razón
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