Ingenieros y científicos noruegos del Centre for Environmental Design of Renewable Energy (CEDREN), abocados en el proyecto HydroPEAK, estudian actualmente si Noruega podría abastecer energéticamente en la práctica a todo el continente europeo gracias a su producción hidroeléctrica. Se trataría de un complemento cuando la energía eólica y solar no sea suficiente para hacer frente a la demanda, pensando en un futuro en el cual las fuentes renovables dominen la matriz energética continental, según informa Tendencias 21.
En los días con poco viento o demasiado oscuros, Europa podría tener que depender de los embalses y represas de Noruega para poder mantener funcionando sin problemas su red eléctrica en el futuro. Aunque en el continente ya está establecido este concepto, todavía no se ha comprobado si Noruega puede concretarlo en la práctica.
Por ello, el CEDREN, uno de los centros noruegos dedicados al estudio de las energías limpias, denominados Centres for Environment-friendly Energy Research (CEER), trabaja actualmente en el proyecto HydroPEAK, destinado a estudiar y analizar si Noruega podría realmente proporcionar la energía limpia que requiere Europa. Así lo establece una nota de prensa del Research Council of Norway y un artículo de Science Daily.
En momentos en los cuales las energías renovables generen la mayor parte de la electricidad, la producción estaría basada en fuentes intermitentes como el sol y el viento. En consecuencia, la potencia suministrada a la red podría variar en gran medida de un día a otro o incluso en cuestión de horas.
Equilibrio del sistema
Sin embargo, los consumidores residenciales, comerciales e industriales requieren un suministro constante de electricidad, ya sea durante los períodos de demanda pico durante la mañana y la tarde o en los períodos de baja demanda por la noche. Para esto se necesitan complementos energéticos que puedan cubrir los descensos generados durante las intermitencias en la producción solar o eólica.
Las plantas energéticas basadas en combustibles fósiles están siendo gradualmente reemplazadas por parques eólicos y de energía solar fotovoltaica. En tanto, la principal fuente de energía de Noruega es la producción hidroeléctrica, que puede gestionarse fácilmente en cuanto al volumen entregado mediante el aporte de más o menos agua hacia las turbinas.
Sabiendo que Noruega cuenta con los recursos de energía hidroeléctrica más importantes del continente europeo, las empresas energéticas y los operadores de redes eléctricas se han interesado por el potencial de los embalses y represas de Noruega. La pregunta es si Noruega podría ayudar efectivamente a Europa a equilibrar sus necesidades energéticas.
Según un reciente estudio del German Advisory Council on the Environment reports, Alemania requeriría una potencia de 60.000 MW para producir toda su electricidad de fuentes renovables para 2050. El estudio identifica a Noruega como el único país que podría suministrar ese volumen.
Desafíos a superar
Esta cantidad, sin embargo, es varias veces mayor que el potencial de Noruega, según lo estimado por el Norwegian Water Resources and Energy Directorate (NVE). De acuerdo al NVE, el potencial de Noruega para la producción de la denominada “energía de equilibrio” ascendería a unos 20.000 MW en 2030.
Actualmente, el total de la capacidad instalada de Noruega llega a los 29.000 MW. En consecuencia, se requerirían distintos cambios en el sistema noruego de producción hidroeléctrica para hacer frente a las demandas europeas. En estas variantes a desarrollar es precisamente donde hace foco el proyecto HydroPEAK.
Vía: 20 Minutos
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