Desde que en 1957 se lanzó el primer satélite, el ruso Sputnik 1, cientos de ellos han sido enviados al espacio. De hecho, se calcula que más de medio millón de cacharros obsoletos o piezas de más de un centímetro orbitan la Tierra. Esta basura espacial llega a constituir un peligro, señala un reporte de El País de Madrid.
En ese marco, el diario español informó que Rusia planea disponer en el 2020 de una nave dedicada expresamente a retirar esta basura espacial.
El método consistiría, según los datos obtenidos, en alterar su órbita para que inicie una caída que provoque su propia combustión. El proyecto, según información financiera, tiene un presupuesto de dos mil millones de dólares y la nave tendría una vida útil de 15 años.
Los desechos espaciales son un problema creciente y hay órbitas prácticamente prohibidas por la alta población de estas máquinas. El 2009, por ejemplo, chocaron un satélite de la red de telefonía global Iridium y un satélite en desuso ruso de la serie Cosmos.
Energía. El satélite basurero de Rusia probablemente irá propulsado por energía nuclear y los expertos no descartan que pueda tener otros usos desconocidos, de tipo militar.
Vía: La Razón
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