El pilar que sostiene la teoría del origen del hombre pende de un hilo. O, más concretamente, de un diente. Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv (Israel) dio a conocer el martes un descubrimiento que podría suponer toda una revolución en el mundo de la paleontología. En el yacimiento arqueológico de la Cueva de Qesem, cerca de Rosh Ha'ayin, situado a 16 kilómetros del aeropuerto Ben Gurion, se descubrieron varios restos humanos, incluyendo ocho piezas dentales.
La sorpresa llegó cuando, tras estudiar un molar inferior, concluyeron que pertenecía a un homo sapiens de 400.000 años de antigüedad. No sólo se trata de los restos humanos más antiguos que se conocen, sino que su ubicación podría dar al traste con la teoría, universalmente reconocida, de que el hombre procede de África.
Bases en entredicho
"Los restos de homo sapiens más antiguos que se conocen datan de hace 250.000 años y fueron encontrados en África del este. Uno de los restos más completos es un cráneo de 160.000 años de Etiopía", explicaba ayer a 20 minutos el profesor José María Bermúdez de Castro, codirector del yacimiento de Atapuerca, en referencia a este gran descubrimiento. "400.000 años es ir muy atrás en el tiempo para un sapiens, y aunque es mucha antigüedad, no me resulta sorprendente. Lo más relevante de este estudio es que sitúa el origen de la humanidad en el Próximo Oriente: ésta es una teoría que nosotros defendemos desde hace dos o tres años, basándonos en lo que hemos encontrado en Atapuerca".
Bermúdez de Castro admite que se trata de una teoría "muy atrevida y osada" que ha recibido muchas críticas. Por eso es tan importante para ellos que se haya encontrado un vestigio que pueda confirmar la hipótesis de que neandertales y sapiens se originaron en Oriente, y no en África, como hasta ahora se pensaba. "Este hallazgo da un giro muy interesante a la teoría de la evolución", sostiene el profesor. Ésta sostiene, y así se refleja en los libros de texto, que el hombre moderno (homo sapiens) tuvo su origen en África, concretamente en el Gran Valle del Rift.
Situado al este de África, el Gran Valle del Rift es una fractura geológica ubicada en dirección norte-sur, una especie de pasillo natural de casi 5.000 kilómetros de longitud que conduce hasta el mar Rojo y al valle del río Jordán. Hace 700.000 años, un grupo de homínidos emigró a Europa y dio lugar a los neandertales. Otro grupo se quedó en África y evolucionó como sapiens. Éstos pusieron rumbo a Oriente Próximo, Europa y Asia hace 70.000 y 50.000 años. O al menos eso es lo que se daba por sentado hasta ahora.
Recientes hallazgos en España y China ya lo ponían en duda. La idea de que el homo sapiens tuvo como cuna Israel no es, en opinión del codirector de Atapuerca, una teoría tan descabellada. "El Próximo Oriente es la prolongación del Rift africano", puntualiza.
Credibilidad del hallazgo
La cueva de Qesem fue descubierta en 2000, y las excavaciones comenzaron en 2004. El diente fue examinado por rayos X y escáner CT (tomografía computerizada) y fechado de acuerdo con las capas de tierra en las que fue encontrado. La morfología es muy similar a la del hombre moderno. Además, en la cueva también se han hallado evidencias del uso del fuego, la caza, e incluso herramientas de pedernal, lo que sugiere una forma sofisticada de sociedad.
Las conclusiones del estudio, realizado por los profesores Avi Gopher, Ran Barkai e Israel Hershkowitz, de la Universidad de Tel Aviv, han sido publicadas en la revista American Journal of Physical Anthropology. No obstante, el profesor Gopher hace hincapié en que serán necesarias diversas investigaciones posteriores para ratificar sus conclusiones. En este sentido, el equipo israelí confía en encontrar más huesos.
Paul Mellars, experto en prehistoria de la Universidad de Cambridge, opina que es un estudio fiable y «muy importante» porque los restos de este periodo son muy escasos. Sin embargo, matiza que parece prematuro hablar de homo sapiens en virtud de unos dientes. "El análisis de un cráneo permitiría identificar con más seguridad la especie encontrada en Qesem", sostiene.
El profesor Bermúdez de Castro también coincide en que habrá que esperar a que aparezca algún cráneo, pero el hecho de que el hallazgo haya sido publicado por una de las revistas de ciencia más prestigiosas es señal de fiabilidad. "Son muy exigentes, sólo se publica el 5% de artículos que se envían: cuentan con un comité de revisores muy rigurosos", aclara.
Toca esperar, pues, para ver si este diente pasa a los anales de la historia.
Neandertales sibaritas
En estos días se están produciendo un buen número de hallazgos paleontológicos. El más reciente es un estudio del Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian (Estados Unidos) que sostiene que los neandertales cocinaban regularmente y consumían gran variedad de vegetales, cuando se creía que eran principalmente carnívoros. El análisis de partículas extraídas en las placas de sus dientes desveló legumbres, raíces y tubérculos con trazas de haber sido cocinados; indica que invertían tiempo y trabajo en potenciar el sabor y la calidad de sus 'platos'.
Vía: 20 Minutos
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