Auroras boreales en Suecia

Icehotel

Las personas que han tenido la fortuna de contemplar una aurora boreal (en el hemisferio sur se conoce como aurora austral) aseguran que se trata de uno de los espectáculos más sorprendentes que ofrece la naturaleza. Hay pocos países en el mundo en los que es posible disfrutar de este fenómeno electromagnético. Suecia es uno de ellos.

Para ver una aurora boreal en Suecia hay que viajar hacia el norte, hasta la región de Laponia. La opción más cómoda para alcanzar este destino es utilizar el aeropuerto de Kiruna, el más septentrional del país escandinavo. Los principales aeródromos suecos y algunos extranjeros, como Heathrow (Londres), tienen conexiones con Kiruna.

Una vez allí, es recomendable desplazarse a la estación de montaña de Abisko, a 100 kilómetros de distancia, porque es uno de los lugares más visitados por los observadores de auroras boreales. De hecho, el personal del centro sostiene que los visitantes que permanezcan un mínimo de tres noches en la zona podrán ver el juego de luces celestes al menos en una ocasión. Y es que la aurora boreal es un fenómeno impredecible. Los meses de enero y febrero son la mejor época del año para verla porque son los más fríos, pero nadie puede pronosticar la fecha exacta.

Un hotel de hielo

En Jukkasjärvi, a 12 kilómetros del aeropuerto de Kiruna, también hay posibilidades de contemplar una aurora boreal, aunque menos que en Abisko. Sin embargo, hay una atracción muy llamativa, el famoso hotel de hielo. Icehotel, el mayor de su clase en todo el mundo, está completamente hecho de hielo, desde las camas hasta las copas o la iglesia, en la que, por cierto, ofician bodas.

Todos los años, en el mes de noviembre, diseñadores y artistas de la nieve se citan a 200 kilómetros del Círculo Polar Ártico para levantar esta construcción, que se mantiene en pie más o menos hasta el mes de abril, en función de las condiciones meteorológicas.

Los visitantes tiene dos opciones para alojarse. Los más atrevidos reciben sacos de dormir con pelaje de reno para resistir los cinco grados bajo cero que se registran en el interior del hotel. El resto pueden escoger entre habitaciones a temperatura normal, hechas de madera, o cabañas colindantes al hotel de hielo.

Volar al espacio y otras actividades

En cuanto a las actividades, Jukkasjärvi es un lugar idóneo para los amantes de la naturaleza extrema. Se puede hacer ‘trekking’, escalar montañas, navegar en canoa por el río Torne, avistar animales o participar en las carreras de trineos tirados por perros. Asimismo, se celebran cursos de escultura en hielo y magnetita que pueden realizarse tanto en invierno como en verano.

Por si esto fuera poco, el hotel ha alcanzado un acuerdo con Virgin Galactic SpaceShipTwo, la primera agencia espacial que llevará a turistas al espacio. A partir de 2012, si los planes no se tuercen, se podrá viajar de 130 a 140 kilómetros sobre la superficie de la Tierra partiendo desde Kiruna.

Vía: 20 Minutos

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