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Existen tres tipos de divisas: las de la zona IN (que agrupan a los países europeos cuya moneda es el euro), las de la zona OUT: libra esterlina, dólar americano y yen japonés y las monedas no convertibles (son las más numerosas y solo se pueden cambiar en el país donde se usan).
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Hay que averiguar qué moneda se utiliza en el país que se va a visitar y conocer qué aspecto tiene.
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Lo siguiente es saber cuál es la tasa oficial del euro respecto a esa divisa. Esto se puede consultar en el Banco Central del país al que se viaja y en el Banco Central Europeo. También son útiles los datos del Banco de España, las calculadoras de conversión y la información cambiaria de organizaciones especializadas.
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El tipo de cambio, ya que en ocasiones puede resultar más favorable hacerlo en el país al que se viaja. Es el caso de México o Tailandia, que viven del turismo y a los cuales les interesa recibir grandes cantidades de euros y dólares, al contrario que Reino Unido o Estados Unidos. Para viajar allí, es más favorable realizar el cambio en España.
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Si el cambio es más favorable fuera de nuestro país, una medida de precaución -y también de ahorro- es cambiar una parte del dinero antes de viajar y el resto, una vez que se llega al lugar de destino. De este modo, es posible conseguir un mejor precio en el extranjero, pero se evita llegar sin efectivo.
Viajar es hoy más fácil que nunca, y más barato. Y aunque el dinero de plástico hace milagros, viajar obliga a hacer acopio de moneda del país que vamos a visitar. Y claro, el euro es una moneda fuerte, pero sólo es eso la monda de Europa. Toca cambiar moneda y eso también tiene su precio.
Informarse bien sobre cómo y dónde realizar esta operación es básico para evitar disgustos y para que las vacaciones no se encarezcan más de la cuenta. Como cuenta Consumer/Eroski, comprar dinero tiene un precio. Y lo primero que hay que saber es que éste varía en función del país, de la moneda y de las tarifas particulares de cada establecimiento.
Recomendaciones importantes
Hay algunas cuestiones relevantes que se deben tener en cuenta al viajar al extranjero y cambiar dinero, tanto antes de partir como en el lugar de destino.
Aclaradas estas cuestiones, veamos a dónde podemos acudir para cambiar moneda.
Bancos
Acudir a la entidad habitual antes de salir de viaje es una de las opciones más cómodas, pero no siempre es la vía más barata.
Ventajas: la seguridad. Recurrir al banco de confianza garantiza que no habrá sorpresas, aunque esta opción pueda ser más cara que otras.
Desventajas: el principal obstáculo es que se debe pedir el dinero, como mínimo, con uno o dos días de antelación. Además, para cambiar divisas en una entidad bancaria, es necesario tener una cuenta abierta con la cantidad que se solicita como mínimo. En caso de tener que acudir a un banco o caja del que no se es cliente, se cobra un suplemento adicional.
Casas de cambio
Actúan de manera muy parecida a las entidades bancarias. En nuestro país hay varias que se dedican a esta actividad y, para operar, recurren al Banco de España con el fin de conocer el tipo de cambio y aplicar después una comisión según la divisa. Tanto aquí como en el extranjero, las casas de cambio siempre manejan dos valores: el de compra (algo más bajo que el tipo oficial) y el de venta (un poco más alto, para que les resulte ventajoso). En general, este margen es mayor para las monedas exóticas o poco habituales.
Para solicitar el cambio de moneda en estas oficinas es necesario presentar el DNI, NIE o pasaporte en todas las operaciones que superen los 3.000 euros. Si se quieren cambiar más de 6.000 euros de una sola vez, o bien por una misma persona en un trimestre, se le solicitará además el domicilio temporal o permanente en España. En todos los casos se incluirá siempre la dirección en el recibo. Si el cliente se niega a proporcionar los datos, la operación no se realizará, pero quedará registrada como no ejecutada.
Ventajas: al igual que los bancos, la principal ventaja es la fiabilidad.
Desventajas: no es de las opciones más económicas. En algunos casos, los valores de compra y de venta difieren mucho entre sí.
Cajeros automáticos
El banco también cobra una comisión de entorno al 4%. Así que mejor retirar toda la cantidad necesaria en una misma operación, en lugar de realizar muchas operaciones de bajo importe.
Ventajas: la practicidad es el beneficio más reseñable (son muchos y con horario continuo). Una vez que se ha llegado al país de destino y que se aprecia cuánto cuestan las cosas, es más fácil realizar una estimación de lo que se puede llegar a necesitar.
Desventajas: as comisiones aplicadas, que se suman a la tasa de cambio que maneja el banco. También puede haber comisiones por utilizar cajeros de otras entidades, como sucede en España.
Hoteles y comercios
Otras opciones de cambio en el país de destino son los establecimientos hoteleros y comerciales. En efecto, gran parte de los hoteles (y también algunas tiendas y supermercados) gestionan servicios de cambio de divisas.
Ventajas: el principal punto a favor de los comercios y los hoteles es la practicidad. Y, en el caso particular de los hoteles, la seguridad.
Desventajas: el tipo de cambio, en ambos casos, es bastante desfavorable para el cliente.
En la calle
Si bien siempre es más económica que las otras opciones, no es una alternativa recomendable por la falta de seguridad y garantías. Además de estar prohibido en muchos países, cambiar dinero en la vía pública conlleva un alto riesgo de sufrir atracos y ser víctimas de un timo, sin posibilidad de reclamar por ello o poner una denuncia.// 20minutos.es
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