La ropa podría convertirse en un futuro en un arma para luchar contra la contaminación en las grandes ciudades, gracias a una innovadora tecnología que absorbe las partículas nocivas y purifica el aire.
Puede parecer ciencia ficción, pero los impulsores de la llamada “ropa catalítica” tienen ya un prototipo, un sofisticado vestido de noche impregnado con un catalizador, fruto de una inhabitual colaboración entre la moda y la química, que fue presentado en estos días en Londres.
El elegante modelo lleva incorporada la misma tecnología que los cristales autolavables, es decir, una capa formada por nanopartículas de dióxido de titanio, un compuesto químico altamente reactivo que en presencia de la luz solar y del oxígeno genera unas moléculas llamadas radicales libres.
“En una ventana autolavable, esto convierte la suciedad en jabón y cuando llueve se limpia, pero en el vestido estos radicales libres reaccionan con los óxidos de nitrógeno (que liberan al aire los vehículos motorizados) y los convierten en nitratos” inocuos, explicó a la AFP uno de los coartífices del proyecto, Tony Ryan, profesor de química de la Universidad de Sheffield.
Si queda algún contaminante adherido a la prenda, basta con meterla en la lavadora para que se vaya con el agua en el desagüe, como ya sucede con la ropa normal, aseguran sus promotores. Pese a que los temores que suscita entre algunos expertos el creciente uso de nanopartículas, los promotores sostienen que la reacción sería inofensiva.// la-razon.com
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