Roma no es una, son muchas. La Ciudad Eterna no se acaba nunca, como sus secretos y su patrimonio. Por ello, visitar la capital del antiguo Imperio Romano exige un plan de precauciones básico si no queremos que la visita resulte fallida. En una ciudad con tantas cosas por ver, como cuenta DTlux.com, la preparación del viaje resulta imprescindible. Estos son algunos consejos para recorrer Roma, "ciudad abierta".
Un poco de historia
Le debemos tanto a la cultura romana, empezando por nuestro idioma, que no está demás repasar algo de la historia de Roma antes de iniciar el viaje. Su República, sus emperadores, sus conquistas, su decadencia, su renacimiento, la llegada del poder de la Iglesia católica... toda esa información permitirá disfrutar más de lo que luego se vea.
Un buen plan
Una vez en Roma, el tiempo es oro. Diseña un plan general, por adelantado, de lo que vas a hacer cada uno de tus días de estancia.
Cuidado con los domingos y los lunes
Casi todas las iglesias de Roma tienen culto. Entre semana apenas interfieren con el turismo, pero los domingos son más frecuentes. Por otro lado, el lunes es el día de cierre de los museos públicos.
A quien madruga...
Mejor será levantarse pronto. En Roma todo comienza a funcionar una media hora antes que en cualquier ciudad española, y el horario de comida también es más temprano. A media tarde, muchos monumentos están ya cerrados, y anochece una hora antes que en España.
Mejor a pie
Desplazarse a pie es el mejor modo de llegar a conocer esta ciudad firme y laberíntica, donde a casa paso hay un trozo de historia. Especialmente agradables para pasear son las zonas que mantienen el trazado medieval y renacentista: en torno a la Piazza Navona, Panteón, Campo de' Fiori, el barrio judío, Trastevere...
No se exige etiqueta, pero...
En muchas iglesias no se permite la entrada con pantalón corto, hombros descubiertos y falda por encima de la rodilla. Especialmente estrictos son en San Pedro del Vaticano y Santa María Mayor.
Alterna las visitas
Roma alberga un rico patrimonio procedente de distintas épocas históricas. Para evitar la monotonía, conviene alternar monumentos de un tipo y de otro: ruinas antiguas, iglesias, museos y las animadas plazas de la ciudad.
A mediodía, cómida rápida
Dado que el horario de tarde de muchos de los monumentos es muy breve, hay que aprovechar el tiempo al máximo. Por eso no conviene hacer una comida muy formal y prolongada; mejor una rápida y nutritiva. Puede servir la rica y socorrida pizza al taglio (pizza al corte, se cobra por peso) para comer en apenas 15 minutos estás listo para seguir. En cambio, por la noche si merece la pena darse un buen banquete en un buen restaurante del Trastevere, Campo de' Fiori o Piazza Navona.
Timos y carteristas
Roma no es una ciudad peligrosa, pero siempre hay personas dispuestas a aprovecharse del cándido turista. Dos de los puntos negros son: el metro, sobre todo en horas punta (lleva siempre la cartera a buen recaudo) y los taxis, especialmente en los aeropuertos y en Termini.
A Roma se vuelve
Como dicen los romanos, para conocer su ciudad "non basta una vita". Lo mejor es volver. Que la primera visita sirva para ver lo más destacado: el Panteón, El Coliseo, la Fontana de Trevi, el Vaticano, los Foros, Piazza di Spagna... Así, las siguientes nos llevarán a profundizar en otros aspectos.// 20minutos.es
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