La bandera europea, también conocida como bandera de Europa, está formada por doce estrellas doradas dispuestas en círculo sobre fondo azul. Fue diseñada en 1955 por Arsène Heitz, un pintor de Estrasburgo, y ratificada el 8 de diciembre de ese mismo año con el propósito manifiesto de que fuera utilizada por el mayor número de organizaciones posible, fomentando así la integración de Europa.
Es el símbolo de unión de los estados europeos, siendo asumida como tal, por la Unión Europea y el Consejo de Europa (que es una organización política independiente de la Unión). Al contrario de la creencia popular, el número de estrellas no tiene nada que ver con el número de Estados miembros. Hay doce estrellas porque el número doce es tradicionalmente el símbolo de la perfección, lo completo y la unidad. Por lo tanto la bandera no cambia con las ampliaciones de la UE.
Si bien ambas instituciones reconocen la bandera, frecuentemente se le asocia en mayor profundidad con la Unión Europea debido al fuerte uso de la enseña que ha hecho desde su aprobación, incluyéndose en las instituciones, actos, documentos oficiales o incluso eventos deportivos. Así, a pesar de ser el Consejo de Europa la primera institución en adoptar la bandera, desde mayo de 1999 dejó de utilizarla al haberse convertido en un "símbolo europeo común", para pasar a emplear otro anagrama personalizado.
Aunque tras aprobación del Tratado de Lisboa los símbolos de la Unión Europea no son jurídicamente vinculantes para los países miembros, dieciséis países pertenecientes a la UE han declarado su lealtad a estos símbolos en una declaración anexa al documento, comprometiéndose a su utilización en actos públicos.14También el Parlamento Europeo modificó su reglamento interno a fin de utilizar los símbolos más frecuentemente.
HISTORIA DE LA BANDERA EUROPEA
Banderas previas
Antes del desarrollo de las instituciones políticas las banderas que representaban a Europa se limitaban a los movimientos de unificación. Las más populares fueron la bandera del Movimiento Europeo (Una gran letra «E» verde sobre fondo blanco) y la de la Unión Internacional Paneuropea. Con el desarrollo de los organismos europeos, además de la del Consejo de Europa, llegaron otros emblemas y banderas. Ninguno de ellos tuvo la intención de representar a una Europa más amplia –con la excepción del Consejo– y acabaron siendo sustituidas por la actual bandera europea.
la bandera del Consejo de Europa
La búsqueda de un símbolo por parte del Consejo de Europa comenzó en 1950 cuando se creó un comité que examinaría la cuestión de la bandera europea. Hubo numerosas propuestas, pero se repetía la temática de círculos y estrellas. El conde Richard Nikolaus Graf von Coudenhove-Kalergi propuso la adopción de la bandera Unión Paneuropea, que consistía en un fondo azul donde se situaba un círculo naranja central con una cruz roja, y que había sido aprobada recientemente por la Unión Parlamentaria Europea. Debido al simbolismo religioso de la cruz, fue rechazada por Turquía (que era miembro del Consejo de Europa desde 1949). Kalergi entonces sugirió añadir una media luna para el diseño transversal y superar así las objeciones musulmanas. También se propuso la bandera del Movimiento Europeo, y otro diseño basado en los anillos olímpicos que estaría formado por ocho anillos plateados sobre fondo azul. Esta propuesta fue rechazada porque los anillos podrían relacionarse con los eslabones de una cadena, con discos o con ceros. Una propuesta de Carl Weidl Raymon fue la de una gran estrella amarilla sobre fondo azul, pero fue rechazada debido a la similitud con la bandera de Burnet adoptada en 1830 por Texas y con la bandera del Congo Belga.
La Asamblea Consultiva (un comité creado expresamente para la ocasión, cuyos representantes principales fueron Rober Bichet, vicepresidente del consejo; Fritz Erler y Karl Wistrand, además de otros tres expertos heráldicos) redujo el número de opciones a dos diseños. Uno fue creado por Salvador de Madariaga, el fundador del Colegio de Europa, quien sugirió una constelacion de estrellas sobre fondo azul (posicionadas según las capitales de los estados miembros, con una gran estrella para Estrasburgo, al sede del Consejo). Él hizo circular esta bandera por distintas capitales europeas y consiguió distintos apoyos. La segunda opción era una variante sobre la primera del pintor Arsène Heitz, quien trabajó en el servicio postal del Consejo de Europa y envió docenas de propuestas. El diseño de esta bandera era similar al propuesto por Madariaga, pero en lugar de una constelación, las estrellas estaban dispuestas en un círculo. La Asamblea Consultiva se decantó por esta versión (eligiendo un número de quince estrellas, una por cada estado miembro del Consejo de Europa) y recomendó al Consejo su adopción.
El Comité de Ministros (el principal cuerpo de toma de decisiones del Consejo de Europa) estaba de acuerdo con la Asamblea en que la bandera debería ser un círculo de estrellas, pero el número quince fue una fuente de problemas. Finalmente, el número doce fue elegido por Paul Michel Gabriel Lévy quien dibujó el mismo diseño que utiliza la bandera hoy en día. La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó esta bandera el 25 de octubre de 1955. Fue finalmente adoptada el 8 de diciembre de ese mismo año y presentada al público en el Château de la Muette de París el 13 de diciembre de 1955.
Unión Europea
Banderas de las Comunidades Europeas
La Comunidad Europea del Carbón y del Acero fue la primera organización internacional que intentaba agrupar a los estados europeos. Fue promovida y alentada desde 1950 por los franceses Robert Schuman, entonces ministro de Relaciones Exteriores de Francia y Jean Monnet, negociador designado por el gobierno francés y más tarde primer presidente de la Alta Autoridad (organismo rector) del CECA. Esta fue, tras el Consejo de Europa, la segunda gran organización en adoptar una bandera, que fue presentada en la Expo de Bruselas de 1958.
La bandera tenía dos franjas, azul en la superior y negra en la inferior, con seis estrellas doradas (serían plateadas tras 1973), tres en cada franja. El color azul hacía referencia al acero y el negro al carbón, mientras que las estrellas simbolizaban los seis estados miembros. El número de estrellas se incrementó con la incorporación de nuevos estados a la organización, hasta que fue fijado en doce en 1986. Cuando el tratado constitutivo de la CECA expiró en 2002, la bandera fue retirada de la sede de la Comisión Europea en Bruselas y reemplazada por la bandera europea.
El Parlamento Europeo también usó su propia bandera desde 1973, pero nunca la adoptó formalmente. Dicha enseña cayó en desuso con la adopción de la bandera actual en 1983 por el Parlamento.1 La bandera seguía el esquema de colores azul y amarillo, aunque en lugar de doce estrellas tenía las siglas "EP" y "PE" (las iniciales del Parlamento Europeo en las seis lenguas comunitarias) rodeadas por una corona de laurel.
Adopción de la bandera europea
Tras la Expo de 1958 en Bruselas, la bandera diseñada por Arsène Heitz se popularizó y el Consejo de Europa presionó a otras organizaciones europeas para que adoptasen la bandera como símbolo de unidad. El Parlamento Europeo tomó la iniciativa en la búsqueda de una bandera para que fuese adoptada por las Comunidades Europeas. Poco después de las primera elecciones directas en 1979 se presentó un proyecto sobre el tema que proponía tomar como bandera la del Consejo de Europa y el 11 de abril de 1983 fue aprobado por el Parlamento Europeo.
Durante la cumbre de Fontainebleau el Consejo Europeo de 1984, formado por los líderes políticos de las Comunidades, destacó la importancia de promover una imagen y una identidad europeas a los ciudadanos y al mundo. Al año siguiente, el Consejo Europeo celebrado en Milán aprobó una propuesta del Comité para la Europa de los Pueblos (Comité Adonnino) en favor de adoptar la bandera europea
Tras la autorización del Consejo de Europa, las comunidades empezaron a utilizar la enseña a partir de 1986, instalándose por primera vez en la sede de la Comisión Europea el 29 de mayo de 1986. La Unión Europea, que sustituyó con la firma del Tratado de Maastricht en 1992 a las Comunidades Europeas y sus funciones, también adoptó la bandera. Desde ese momento, el uso de la bandera ha sido controlado conjuntamente por el Consejo de Europa y la Unión Europea.
El proyecto de la Constitución Europea
En 2004 la Unión Europea se basaba en los tratados constitutivos (Tratado de París, mientras existió la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, y los Tratados de Roma) y los tratados y actas que los modifican (Bruselas, Acta Única Europea, Maastricht, Ámsterdam, Niza y los sucesivos Tratados de Adhesión) que fijan sus normas de funcionamiento y actuación.
En ese año, se propuso un nuevo documento, el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa o Tratado constitucional, cuyo objetivo sería reemplazar dichos tratados y sería similar a la constitución de un país. El texto incorporaba el Artículo I-8, sobre los símbolos de la Unión:
Artículo I-8
Símbolos de la Unión
La bandera de la Unión representa un círculo de doce estrellas doradas sobre fondo azul.
El himno de la Unión se toma de la «Oda a la Alegría» de la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven.
La divisa de la Unión es «Unida en la diversidad».
La moneda de la Unión es el euro.
El Día de Europa se celebra el 9 de mayo en toda la Unión.
El tratado fue sometido a referéndum obteniendo resultados distintos, y mientras en España los electores lo aprobaron con una baja participación (44%), en Francia y Holanda con una alta participación (69 y 63%, respectivamente) fue rechazado, lo que provocó una crisis institucional europea estancando así el proyecto, que finalmente sería retomado tres años después con diversas modificaciones bajo la forma de un tratado.
Símbolos en el Tratado de Lisboa
En 2007, el Tratado de Lisboa no contenía ningún artículo dedicado a los símbolos de la Unión Europea. Conservó gran parte del contenido del tratado de 2004, pero omitía los artículos que definían los símbolos de Europa, a saber: la bandera, el himno y el lema. Sin embargo, sí que incluía una declaración de algunos países que reconocían dichos símbolos. En respuesta a la omisión de los símbolos en el texto principal del tratado, el Parlamento Europeo tomó la iniciativa al usarlos en primer lugar.
El Parlamento modificó su reglamento interno a fin de utilizar los símbolos más frecuentemente. En el caso del lema, se imprimiría en todos los documentos del Parlamento.
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