Tan solo pasar un día en un trabajo equivocado puede ser el asesino más silencioso. A menudo no se trata de la ansiedad que puede llegar a producirte ese trabajo a tiempo completo, sino el día a día el que puede estar convirtiéndote sin tú saberlo, en la persona más triste del planeta.
Vamos a enumerar 10 señales reveladoras, 10 pistas de que ya estás listo para abandonar tu puesto de trabajo:
1. Te repites a ti mismo en muchas ocasiones “lo que me pagan no me merece la pena”
2. Las personas más cercanas a ti dicen que has cambiado (y no a mejor!)
3. No importa qué, pero te despiertas cada madrugada envuelto en sudor frio pensando en algo relacionado con tu trabajo.
4. Cuando hablas de tu trabajo, te aburres, rompes a sudar o evitas el tema.
5. Has cogido más días por enfermedad que por vacaciones.
6. Fantaseas con ideas tan disparatadas como un accidente de coche o una larga enfermedad que te mantenga alejado del trabajo una larga temporada. Incluso con una posible hospitalización.
7. No sólo has aceptado que eres miserable y cobarde, sino que ni te planteas dejar el trabajo poniendo como excusa lo que le podría suceder a los demás (marido, mujer, hijos, padres…)
8. No quieres que llegue la mañana para no tener que salir de la cama.
9. Tienes una sensación permanente de pesadez en el estómgao o ansiedad diaria.
10. Antes de entrar en la oficina, haces largas y profundas respiraciones para llenarte de valor y lograr comenzar otra jornada laboral.
Si te identificas con estas señales, te estás haciendo daño. Hacerse daño a uno mismo es el mayor de los fracasos. Podrías estar viviendo una vida feliz y productiva y estás eligiendo no hacerlo.
Uno de mis amigos más competentes dijo que su coach le había recomendado en varias ocasiones dejar su trabajo. Mi amigo dijo que esperaría a tener la opinión de otra persona. Me nombro esa otra persona si es tu caso. Imprime esta lista. Llévasela a tu jefe y deja hoy mismo tu trabajo.
Y hoy mismo empieza a ser una persona feliz y productiva.// Weslu
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