Fiesta de disfraces
Una pareja de casados estaba invitada a una fiesta de disfraces, pero a ella le dolía muchísimo la cabeza y le dijo al marido que se fuera sólo. Él protestó, pero ella le dijo que se iba a tomar una aspirina y a acostarse, que no había necesidad de que él se quedara en casa. Así que, el marido se puso el disfraz y se fue. La mujer, después de dormir una hora, se despertó bien, sin dolor. Como era temprano, decidió ir a la fiesta. Como el marido no sabía cuál era su disfraz, ella pensó que sería divertido observar cómo actuaba cuando estaba sólo.
Ella llegó a la fiesta y enseguida vio al marido bailando en la pista con cada chica con la que se cruzaba, tocando un poco por acá y tirando besitos por allá. La mujer se le acercó y empezó a seducirlo. Él dejó a la mujer con la que estaba y se dedicó a la recién llegada (su mujer).
Ella lo dejó avanzar todo lo que él quiso. En un momento, él le susurró una proposición en el oído y ella aceptó. Salieron, entraron a uno de los coches y tuvieron sexo de todas las maneras y posiciones.
Antes de desenmascararse, a medianoche, ella se escabulló, fue a su casa, se sacó el disfraz y se metió en la cama, preguntándose qué clase de explicación le iba a dar su marido. Cuando él entró, ella estaba sentada en la cama, leyendo.
- ¿Cómo fue?
- Bueno, lo de siempre. Ya sabes que no lo paso bien cuando no estoy contigo.
- ¿Bailaste mucho?.
- Ni una sola pieza. Cuando llegué, me encontré con Pedro, Guillermo y otros, así que nos fuimos a la planta baja y jugamos al póquer toda la noche. ¡¡¡Lo que no vas a creer es lo que le
pasó al tipo al que le presté mi disfraz…!!!”.
Tienda de disfraces
Llega un tipo a una tienda de disfraces y pide el mejor disfraz. El dueño de la tienda le ofrece el disfraz de Batman. – ¿Cuánto cuesta?
- 380 euros.
- Es muy caro, ¿no tiene algo más económico?.
- Tenemos el de Robin que cuesta 350 euros.
- Ufff muy caro, ¿no tiene algo aún más económico?
El dependiente que empieza a estar un poco harto le pregunta:
- Veamos, ¿cuánto dinero trae?
- Pues 50 euros
- Cincuenta… esta bien, veamos, un disfraz de 50 euros
Rebusca en un cajón y le da una maraca al cliente.
- ¡¿Una maraca?! , exclama sorprendido el tipo.
¿De qué me puedo yo vestir con una maraca?
- Es muy sencillo, coje la maraca, se la mete por el culo y ya está, es una víbora de cascabel.
Magnum
Un negro y su esposa son invitados a una fiesta de disfraces. El le dice a su esposa que vaya a buscar los disfraces.
Por la noche, cuando llega del trabajo, encuentra en la cama un disfraz de SUPERMAN.
Gritando le dice a su mujer:
-”?Que cono es esto? ?Cuando has visto a un SUPERMAN negro?
Vete y cambialo por algo mejor”.
La esposa molesta va a la tienda y lo cambia. Cuando llega el esposo ve en la cama un disfraz de BATMAN y le grita
-”Pero tu estas loca, mujer ?cuando has visto a un BATMAN negro?
Vete y cambialo por algo mejor”.
La esposa -que ya esta hasta las narices- devuelve el disfraz y compra varias cosas. En la cama le pone 3 botones blancos, un cinturon blanco y un palo de madera. Cuando el esposo llega y encuentra esos objetos en la cama le dice a la mujer:
-”?Que es esto?
La esposa le contesta:
- “Es para que elijas tu disfraz: si te quitas la ropa y te pegas los botones, vas de Domino. Si no te gusta,entonces te quitas los botones y te pones el cinturon blanco y vas de Galleta Oreo y, si tampoco te gusta,te metes el palo por el culo y vas de MAGNUM”.
La monja y el taxista
Una monjita se sube a un taxi en medio de la noche oscura. El
taxista durante todo el camino se le queda mirando por el espejo y cuando ella se da cuenta, le pregunta:
- Hijo… ¿Qué es lo que ves?
- Perdón madre, me da mucha vergüenza decírselo, no quisiera ofenderla………
- Pero hijo mío, en mi vida yo he visto muchas cosas y no creo que puedas decirme algo que me pueda ofender.
- Bueno, es que toda mi vida he tenido la fantasía de que una monja me haga sexo oral.
La monja se queda sin habla y luego dice:
- Pues… no lo sé, en primer lugar tendrías que ser católico y además tendrías que ser soltero.
A lo que el taxista responde emocionado:
- ¡Sí, soy católico y soy soltero!
Entonces la monja se queda sin argumentos y acepta la propuesta del taxista.
Se meten en un callejón y la monja le cumple su deseo. Cuando han terminado, el taxista empieza a llorar y la monja le pregunta:
- Hijo, ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?
- ¡Perdóneme madre, he pecado! Soy judío y estoy casado.
- No te preocupes, yo soy gay, me llamo Arturo y voy a una fiesta de disfraces………
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