El MBA o maestría en administración de negocios es el sueño de muchos profesionales que aspiran a cargos ejecutivos, y a esta altura también, un paso obligado en el desarrollo de sus carreras. Pero para ese fin, no todos los títulos son iguales. No por nada algunos de los programas son más requeridos que otros en el mercado.
Así, con vacantes limitadas, los directores de MBA de las entidades académicas más prestigiosas no pueden aceptar a todos los que se inscriben para cursar en sus aulas, y deben hacer una fina selección para cubrir los puestos disponibles. El proceso incluye, generalmente, un examen entrega de antecedentes y currículum, chequeo de la posibilidad de pago, y una entrevista personal.
Por caso, la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) dispone cada año de 150 cupos, que distribuye finalmente entre los mejores 400 aplicantes que llegan al encuentro con el director del programa. Esto quiere decir que sólo un 37,5% aproximadamente consigue la llave de entrada. También dispone de otras 60 vacantes a la maestría en formato ejecutivo, pero a esta se presentan otros 100 candidatos cada año.
La personalidad del futuro maestrando, sus experiencias y su trayectoria personal, serán las que hagan la diferencia. ¿Pero qué es lo que priorizan los directivos de programas de MBA?"Aquí se ayuda a cristalizar el potencial, no lo generamos, entonces buscamos profesionales con carreras ascendentes y muestras concretas de ello", respondió Carlos Loisi, vicedirector de la maestría de UTDT.
En la universidad de San Andrés, se vive un escenario también complejo: ingresaron a la cursada 2012 el 49% de los postulantes. El promedio es de entre 60 o 65 alumnos por clase. "Este año iniciaremos una nueva modalidad, con formato de cursada de tres días consecutivos cada tres semanas, que comienza en agosto", contó Marcela Lomba, directora de este MBA a Campus-iProfesional.com.
Lo que ella espera encontrar en el alumno es "una historia de vida que pueda aportar algo significativo al aula", y afirmó que "cada participante debe traer algo especial que pueda generar intercambios de sentido que enriquezcan las discusiones" porque "los diferentes puntos de vista no sólo son aceptados, son imprescindibles para la experiencia MBA".
Lo mismo remarcó Diego Luzuriaga, director de la Maestría en Dirección Estratégica y Tecnológica del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA): "Nos interesa tener una gran diversidad de los aplicantes. Por lo tanto, es importante que la persona tenga una experiencia relevante, que presente un proyecto interesante, que haya trabajado en dos o tres países, etc."
"Tuvimos gente que comandó tropas en Malvinas o en Haití, que hizo expediciones antárticas o vivió en el exterior. Y la experiencia que tienen para compartir cuando hablamos de liderazgo es muy interesante para el grupo", añadió el directivo de la maestría que, en años de muchos inscriptos, debe dejar afuera a alrededor de un 15 por ciento.
IAE Busines School, otra de las escuelas de negocios preferidas por los headhunters que buscan graduados de MBA, logra sumar a sus aulas al 80% de los postulantes que recibe cada año, gracias a que cuenta con 210 vacantes. La corta experiencia laboral o la carencia de las competencias necesarias para ingresar al programa suelen ser los factores que dejan en el camino al 20% restante.
"A la hora de la entrevista, para mi es fundamental el lenguaje del candidato -cómo expresa y razona sus ideas, porque saber transmitir bien lo que piensan es muy importante para un líder- su crecimiento profesional; la seguridad con la que comparte sus experiencias, y la trayectoria laboral internacional, ya que quiénes han podido trabajar en el exterior tienen una visión de los negocios que, a la hora de participar en clase, se nota", reveló Pablo Murga, director ejecutivo del Executive MBA del IAE.
Desde la Universidad de Belgrano, Alberto Rubio, decano de la escuela de posgrados, apuntó que lo primero que busca en un candidato es "compromiso académico", y lo define como "la voluntad firme por reflexionar, analizar, debatir con pares y profesores para lograr ampliación de conocimientos, y convicción en las opiniones frente a los temas considerados. Ademas, vocación de investigación y profundización, y valoración del saber y los compromisos éticos".
En este marco, los académicos a cargo de las entrevistas de ingreso a las maestrías más buscadas del mercado local detallaron 10 pautas que pueden tener en cuenta los postulantes para lograr el éxito en este desafío.
Diez consejos
1- Definición: un "clásico" antes de comenzar el proceso es tener claro por qué cursar un máster. "En el afán de querer capacitarse, a veces uno pierde el por qué quiere las cosas, y si solo las quiere o realmente las necesita. Cuando uno detecta que lo necesita y lo quiere hacer, también tiene que tener claro para qué. Qué resultados espera, tanto en lo personal como en lo profesional", aconsejó Murga desde IAE.
2- Evitar la indecisión: Luzuriaga recomienda no mencionar en la entrevista si no se está seguro de hacer la maestría u otra cosa; "una persona así, por su experiencia puede ser relevante para la cursada, pero no desde su actitud, y por lo tanto lo pongo como prescindible".
3- Ir más allá del "prontuario laboral": según el académico de UTDT, el encuentro con el directivo de una maestría "no es una entrevista de trabajo, se miden otros parámetros y se evalúan muchos aspectos complementarios a la experiencia".
4- Pecado capital: detallar los logros es fundamental, pero esto no debe ser confundido con la soberbia. "En muchos ejecutivos jóvenes que han crecido en muy poco tiempo, generalmente se nota la falta de humildad o de simpleza para reconocer los errores y las limitaciones, que suelen ser falencias muy grandes en un directivo", describió Murga.
"Que no puedan reconocer sus debilidades y solo hablen de sus fortalezas, es otro error muy común", agregó.
5- No "agrandarse" ni "achicarse": "Hay mucha gente con trayectoria que quiere saber de antemano con quienes va a cursar. Piensan que van a ser todos muy chicos o que la experiencia de los demás no va a estar a la altura de la ellos", contó Luzuriaga. Y por el contrario, "los más jóvenes en general se sienten inseguros por su inexperiencia y no muestran en la entrevista su potencial".
6- Sorprender: "Es importante no estar pendiente de cuál es la respuesta que el entrevistador espera, porque en la pérdida de espontaneidad se pierde la riqueza individual. Aconsejaría huir de las respuestas estándar", afirmó Lomba.
7- Prohibido divagar: Murga aseguró que es importante ser "claro y conciso" en las respuestas, en lugar de irse por las ramas.
8- Hacer preguntas pertinentes: "No haga preguntas sobre los diferenciales del programa o de la Escuela, debe usar su criterio para identificarlos", indicó Carlos Loisi, y recomendó que antes de asistir a la entrevista el candidato "estudie las características del programa y la escuela, plantee interrogantes apropiados y no cuestiones puramente operativas".
9- Ser genuino: esto para Luzuriaga lo principal acerca del postulante. "No es necesario sobrevenderse, la entrevista es para ver si ese MBA es para el candidato y si el candidato es para ese MBA", apuntó Loisi.
Preguntas difíciles
El último consejo para tener una entrevista exitosa y conseguir el pase a un MBA de categoría bien podría ser estar preparado para responder los interrogantes más difíciles.
Cada entrevistador tiene al menos una pregunta clave que realiza a cada aplicante, y la respuesta puede hacer toda la diferencia.
"Cuando entrevisto a un candidato me gusta sacarlo de su zona de confort. A veces vienen con la mente muy centrada en lo que ‘tienen' que decir, y preguntarles algo que no esperaban es muy bueno para desafiarlo a razonar en el momento", reveló Murga a Campus-iProfesional.com.
"Siempre es muy importante que reconozcan y expliquen sus fracasos profesionales, o si también los tuvieran en lo personal. Cómo lo sobrepasaron y cómo aprendieron de esos errores y desafíos es fundamental para entender más en profundidad qué virtudes tienen, y cuáles deberán desarrollar en el máster", agregó el director ejecutivo del EMBA de IAE.
"¿Para qué pensás que te va a servir la maestría?", es lo que nunca deja de preguntar Luzuriaga. En la misma línea, Marcela Lomba utiliza su propia versión y consulta "¿por qué querés hacer un MBA?" para indagar sobre los motivos que impulsan a los alumnos a inscribirse.
Otro "clásico" para el cual no pueden dejar de estar preparados es saber "en dónde quieren estar dentro de un umbral de tiempo, tres o cuatro años, haciendo qué y en qué posición", dijo Loisi.
No obstante, Rubio, desde la UB, considera que no hay una pregunta clave, sino que "el coloquio es un diálogo abierto" y que ayuda, junto a otras herramientas, a "delinear los valores humanos y profesionales del candidato. Eso nos importa por sobre todo".
Lomba agregó: "No hay errores. Cada respuesta habla del candidato en ese momento, y en tal sentido, la que sucede durante la entrevista es una conversación que debe desarrollarse como cualquier otra. No hay respuestas buenas o malas".// Campus
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