El científico alemán Alexander Von Humboldt en 1812 la llamó la Avenida de los Volcanes. A ambos lados de la línea del Ecuador surgen más de 70 volcanes, 27 de ellos aún activos, a lo largo de 300 kilómetros. Este paseo, que discurre por fértiles valles entre colosos de roca y lava y nieves perpetuas, es un paisaje incomparable, que en ninguna otra parte del mundo podremos encontrar.
Algunos de los volcanes semejan gigantes dormidos en medio del hermoso paisaje interandino; otros en cambio, parecen dioses molestos a los que se despertó de algún largo sueño. Todos ellos tornan aún más misteriosa la selva amazónica, la encantada región de Galápagos e incluso la misma serranía. Uno de los más conocidos por su belleza y por ser uno de los volcanes activos más altos del mundo es el Cotopaxi, con un cono perfectamente simétrico de 5.943 metros de altura que forma parte del Parque Nacional del mismo nombre a 50 kilómetros de Quito, hogar de ciervos, zorros y pumas andinos, llamas y más de 90 especies de aves. Desde las lagunas Limpiopungo y Santo Domingo pueden verse reflejados volcanes cercanos como el Chalupas.
Para el descanso quedan las históricas haciendas señoriales con hermosos jardines como la Hacienda Santa Ana y la Hacienda Hato Verde en las inmediaciones del parque, y Rumipamba de las Rosas en Salcedo. Aquí podemos planificar diversas actividades como excursionismo, escalada, ciclismo de montaña, cabalgatas, observación de flora y fauna.
La carretera Panamericana recorre de norte a sur estos paisajes, desde Otavalo y Quito en las faldas de los gigantes, hasta Baños, Ambato o Puyo que atesoran leyendas que las poblaciones locales han conservado hasta nuestros días, o joyas patrimoniales como Riobamba, Alausí y Cuenca. El Parque Nacional Sangay alberga dos de los volcanes más activos del Ecuador, el Tungurahua de 5.016 metros y el solitario Sangay de 5.230 metros, con 586 especies de animales y 3.000 especies de plantas.
La encantadora ciudad de Baños y puerta a la Amazonía Ecuatoriana, conocida también por sus aguas termales, se encuentra en las faldas del volcán Tungurahua desde donde por las noches, pueden observarse las explosiones y la incandescente lava que desciende desde su cráter.
Desde la cercana población de Pondoa, a quince minutos de Baños, se pueden realizar expediciones guiadas a pie o a caballo hacia las laderas más altas del volcán, una expedición de cuatro horas sólo para verdaderos aventureros. La línea ecuatorial cruza el volcán Cayambe, de 5.790 metros, una peligrosa ascensión por sus grietas y un clima muy variable llena de adrenalina la Reserva Ecológica Cayambe-Coca. Y el Chimborazo, famoso por ser el volcán con el cráter más alejado del centro de la tierra a 6.310 metros de altura en la Reserva Forestal que lleva su mismo nombre, todo un símbolo en Ecuador.
Quito es la ciudad preferida de los volcanes, el volcán Pichincha de 4.794 metros alberga en sus faldas la hermosa capital del Ecuador y famoso por dar más de un susto a la ciudad por su latente actividad volcánica. No es el único, el volcán Pululahua está muy cerca de Quito y alberga habitantes en el interior de su gigantesco cráter con una vegetación exuberante. El Reventador se encuentra en el límite de la Amazonía, un volcán muy activo que más de una vez ha llenado Quito de cenizas.// 20 minutos (ES)
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