Gabriel García Márquez decía que los hombres tenemos tres vidas: la pública, la privada y la secreta, y de las tres vidas que él vivió se puede decir que nunca se sabrá lo suficiente, también porque de él nunca se tiene suficiente.
Algunos aspectos poco conocidos de su paso por el mundo los recopilamos aquí.
1. El inicio del amor por las palabras.
Cuando Gabriel García Márquez tenía 12 años de vida estuvo a punto de ser atropellado por un hombre en bicicleta, antes de que esto ocurriera un cura que estaba muy cerca gritó “¡cuidado!” Dicho lo cual el ciclista cayó al suelo. El sacerdote le dijo al pequeño Gabriel: “¿ya vio usted el poder de las palabras?”
2. La metamorfosis de su vida.
Siendo un adolescente leyó La Metamorfosis de Franz Kafka, lo impresionó, lo maravilló, pensó que no sabía que pudieran escribirse obras como esta y se dijo para sí “si es así escribir me interesa”.
3. El hallazgo.
Un día Álvaro Mutis le aventó a García Márquez un par de libros: “Lea esa vaina, carajo, para que aprenda, y no joda”. Se trataba de Pedro Páramo y El llano en llamas, ambos de Juan Rulfo. Leyó Pedro Páramo dos veces en un mismo día y El Llano en llamas al día siguiente, aseguraba que nada lo había impresionado igual desde que leyó a Kafka por primera vez, así que se aprendió Pedro Páramo de memoria, pero en verdad de memoria, y no volvió a leer nada más aquel año porque sentía que nada estaría a la altura de aquel libro.
4. El primer kilo de papel.
En 1967 Gabriel García Márquez envió mil 300 páginas de su manuscrito Cien años de soledad a la editorial que se encargaría de corregir y recortar la obra. En este proceso su amigo James Papworth le preguntó al colombiano por el libro que recién había entregado a lo que el escritor contestó “aun no sé si es una novela o un kilo de papel”. Cien años de soledad fue recortado a 490 páginas.
5. “Ningún editor me ayuda a mí a escribir” Cien años de soledad.
Empezaba a cobrar relevancia en los países de habla hispana hasta que en 1968 dio su primer saltó a naciones con otras lenguas; la obra llegó a Italia traducida y producida por la editorial Feltrinelli, propiedad de Giangiacomo Feltrinelli, conocido por los espectaculares lanzamientos mediáticos de sus libros. Giangiacomo anunció al autor de Cien años de soledad como “el nuevo Quijote” pero García Márquez se negó a participar en el lanzamiento y en la promoción. Alguien le preguntó al colombiano “¿Qué no ayudó al editor en su programa de propaganda?” a lo que Gabriel contestó “Ningún editor me ayuda a mí a escribir”.
6. La noticia no siempre debe ser inmediata.
En 1951 uno de los amigos de Gabriel García Márquez fue asesinado, pero la familia del difunto solicitó al escritor, por aquellos años periodista, no publicar nada acerca del crimen. García Márquez obedeció la petición parcialmente, publicó todo el rompecabezas con una narrativa sorprendente hasta 27 años después.
7. Le preguntaron a Gabriel si sabía escribir.
Una semana antes de navidad García Márquez, Cortázar, Donoso, Fuentes, Vargas Llosa fueron, cada uno con sus respectivas esposas, a cenar al restaurante La Font delsOcellets ubicado en el barrio gótico de Barcelona. Todos llegaron muy animados riéndose, gritándose, contando anécdotas, así que todos olvidaron anotar sus peticiones culinarias en un papel que yacía en la mesa. El propietario salió enfurecido a preguntarles a todos “¿alguno de ustedes sabe escribir’?” Los escritores conformaron un silencio indescriptible. Mercedes, esposa de Gabriel, contestó ufana de sí misma: “Yo, yo sé” leyó la carta en voz alta y ordenó la comida para todos.
8. Una vez libró la muerte.
García Márquez bebía una botella completa de whisky junto con el general panameño Omar Torrijos, estaban en la casa de éste último, cuando de repente una tormenta los sorprendió. En lugar de huir ambos salieron al jardín para correr, saltar en la lluvia, disfrutando estar juntos y ser amigos. Torrijos lo invitó un día a un viaje, no se sabe con precisión a dónde, pero Gabriel decidió rechazar la invitación. Torrijos murió en ese viaje, en un vuelo sobre las montañas de Panamá.
9. El ojo morado de Gabriel.
El autor de Cien años de soledad siempre tuvo una amistad con Mario Vargas Llosa tan fuerte que llegó el día que ambos se liaron a golpes. Una foto en blanco y negro demuestra el ojo izquierdo de Gabriel luego de dicha sacapela, nunca se supo el origen del pleito, Mario Vargas Llosa dijo que la causa del pleito tendría que dejárselo a los biógrafos, porque ni él ni Gabriel dirían una sola palabra del asunto.
10. El juicio que le quitaron al escritor colombiano.
A todos los grandes escritores les falla o les falta algo; Homero era ciego, Cervantes le fallaba un brazo a Gabriel García Márquez le quitaron la muela del juicio. Su dentista era el doctor Gazabón, originario de un barrio muy popular de Cartagena de Indias, a quien Gabriel terminó por hacer su compadre. La primera vez que Gabriel llegó al consultorio de Gazabón escribió en un formulario lo siguiente: ¿Cual es su ocupación? Paciente Vitalicio. Número de teléfono: Cortado por falta de pago. Si es casado, ocupación de su esposa: Sí, no hace nada. ¿Para que compañía trabaja su esposa? Ya quisiera yo saberlo. Nombre de la persona responsable por el pago del tratamiento: Gabo, el hijo del telegrafista. ¿Tiene usted alguna molestia o dolor? Molestía sí, el dolor vendrá después. ¿Nos podría decir quién lo recomendó al doctor? Su fama universal.// Unión Jalisco (MX)
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