Cerca de 80.000 personas continúan viviendo en 105 campamentos de desplazados cinco años después del devastador terremoto de Haití, que dejó más de 200.000 fallecidos y 300.000 heridos, y afectó a otros 2 millones de haitianos, de los que 1,5 millones se vieron obligados a desplazarse.
El seísmo, de 7,3 puntos en la escala de Ritcher, ocurrió el 12 de enero de 2010 y obligó a poner en marcha una de las mayores operaciones humanitarias de la historia.
Sin embargo, un lustro después un total de 79.397 personas (de 21.218 familias) aún residen en 105 campamentos para desplazados, ubicados en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, según los últimos datos proporcionados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de las Naciones Unidas.
El jefe de misión de la OIM en Haití, Gregoire Goodstein, señaló que el número de haitianos desplazados se ha reducido en un 94% y el de campamentos ha caído un 93%, pero añadió que "la comunidad internacional no debe olvidarse de las casi 80.000 personas que continúan esperando su oportunidad de reconstruir sus vidas con un techo digno sobre sus cabezas".
Los programas de regreso a casa, liderados por el Gobierno de Haití en colaboración con la OIM y otras organizaciones, han permitido el cierre de 475 campos y la reubicación de 259.200 personas (75.500 familias) desde 2011.
"El Gobierno de Haití, muchas agencias humanitarias y donantes generosos han trabajado muy duro en los últimos cinco años para ayudar a los haitianos a recuperar sus vidas. Si medimos nuestro éxito en los números, podemos decir que mucho se ha hecho tras el pico de desplazamiento de 1,5 millones de haitianos sin hogar. Pero no podemos dormirnos en los laureles, debemos velar por que todos y cada uno de los haitianos desplazados tengan un hogar en 2015", subrayó Goodstein.
La misión de la OIM en Haití cree que si se mantiene la estabilidad en el país, la temporada de huracanes no es perjudicial y los recursos financieros están disponibles, "es posible" que personas que viven en tiendas de campaña acaben 2015 en un hogar.
Desalojos forzosos
A este respecto, Amnistía Internacional (AI) denunció este jueves que miles de personas continúan sin hogar cinco años después del terremoto que arrasó Haití y reclamó que cesen los desalojos forzosos de campamentos y que el Gobierno garantice el derecho a la vivienda.
AI documenta estos casos en el informe '15 minutes to leave', en el que concluye que la ayuda para el desarrollo recibida en Haití no se ha transformado en soluciones de alojamiento seguro a largo plazo.
"Muchas personas que lo perdieron todo en el terremoto de 2010 han vuelto a verse en graves dificultades al ser expulsadas de sus refugios y campamentos improvisados. Otras están expuestas a la larga a quedarse sin hogar y en la miseria, ya que los programas de apoyo económico de donantes internacionales están empezando a agotarse", explicó Chiara Liguori, investigadora de Amnistía Internacional sobre el Caribe.
La organización destaca que los desalojos forzosos son un problema constante en el país. Según sus datos, más de 60.000 personas habrían sido desalojadas a la fuerza de sus refugios levantados en campos improvisados desde 2010, y a la mayoría no se les habría ofrecido un lugar alternativo donde reasentarse.
Por otro lado, Cruz Roja Española subrayó que en Haití "continúa siendo necesaria" la ayuda humanitaria cinco años después del terremoto para que el país supere las dificultades derivadas del terremoto y otras relacionadas con su situación de pobreza. "La falta de infraestructuras y servicios, enfermedades como el cólera y los altos índices de contaminación son algunos ejemplos", añadió.
Gracias al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, en estos últimos cinco años más de 1,36 millones de personas se han beneficiado de nuevas infraestructuras sociales, escuelas y centros de salud reconstruidos; más de 43.000 familias tienen una solución de alojamiento seguro y más de 317.000 haitianos han recibido agua potable en los campos de desplazados.
Los niños, grandes afectados
Por su parte, Save the Children indicó que una gran parte de niños haitianos aún tienen un acceso limitado a la educación, algunos son sometidos a la explotación y violencia sexual, y muchos continúan mostrando signos de estrés emocional y psicológico y necesitan asistencia y protección.
La ONG Plan Internacional apuntó que sigue siendo necesaria una inversión continuada en las comunidades para aumentar su resistencia a los desastres y romper el círculo de la pobreza, especialmente entre los niños.
Y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), de las Naciones Unidas, trabaja actualmente junto al gobierno de Haití para construir un país fuerte que pueda soportar futuros desastres naturales.
Por su posición geográfica, Haití es altamente vulnerable a los desastres naturales, como huracanes, inundaciones, derrumbes y sequías. Incluso un acontecimiento de impacto moderado puede traducirse en hambre para muchas personas simplemente debido a la pobreza. Hoy, tres millones de haitianos no saben en donde obtendrán su siguente comida, según el PMA.
Esta agencia de la ONU ejecutará en 2015 proyectos que beneficiarán hasta a 1,2 millones de haitianos altamente vulnerables, incluyendo el apoyo al Gobierno para proporcionar comidas calientes a casi medio millón de niños en edad escolar.// El Mundo (ES)
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