Con el nombre de Tulipomanía se conoce un periodo de euforia especulativa que se produjo en el siglo XVII en Holanda. En la década de los años 20 el precio comenzó a crecer a un ritmo vertiginoso. Los bulbos de tulipán fueron objeto de una enorme especulación y eso hizo que los precios alcanzaran niveles desorbitados, lo que provocó una gran burbuja económica y una gran crisis financiera.
Con o sin aquella primera burbuja capitalista, el tulipán es la flor más icónica de Holanda. Ahora una ruta en bici, la Dutch Pedelec Tours, recorre la historia del tulipán, desde Haarlem hasta el Parque Keukenhof pasando por el Museo Frans Hals y la fábrica de cerveza Jopenkerk. La iniciativa ofrece itinerarios a medida en bicis eléctricas.
Durante el siglo XVII, la ciudad de Haarlem fue el centro del comercio de bulbos de tulipán. Ese espíritu revive también en el Museo Frans Hals, que alberga una gran colección de pinturas del Siglo de Oro y que precisamente debe su nombre al artista más célebre de Haarlem: el pintor del siglo XVII Frans Hals.
Desde el 20 de marzo y hasta el 17 de mayo, el museo vive una auténtica flormanía, con salas y pasillos llenos de magníficos arreglos florales, además de una exposición que cuenta la historia de la increíble demanda de tulipanes en el siglo XVII. El museo también ofrece la posibilidad de ver un auténtico Tulip Book de la pintora Judith Leyster.
La tulipomanía también ha llegado a la antigua iglesia Jacobskerk de Haarlem, reconvertida ahora en Jopenkerk, una fábrica de cerveza, Grand Café y restaurante. Aquí, como homenaje a los tulipanes, se ha recuperado una antigua receta del siglo XVII a la que han bautizado como ‘Tulipomanía Jopenbier’.
Y si hay un sitio donde se pueden admirar tulipanes de una manera especial es, por supuesto, el Parque Keukenhof, el parque floral más grande del mundo, abierto hasta el 17 de mayo.// 20 minutos (ES)
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