Los motivos para hacerse un piercing en el cuerpo son diversos: por estar de moda, diferenciarse de los demás, identificarse con un grupo social, potenciar sensaciones eróticas o por decoración. Junto a ello, hay que tener en cuenta que las razones estéticas y las de salud van de la mano, pues un piercing en el cuerpo puede acarrear lesiones en la piel, creando infecciones, cicatrizando mal y provocando lesiones.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de hacerse un piercing en la lengua es acudir a un local que disponga de profesionales cualificados. Al hacernos una perforación es muy importante hacerlo en un establecimiento limpio y que cumpla las medidas higiénicas indispensables, pues a pesar de ser un procedimiento relativamente sencillo, un agujero mal hecho puede acarrear consecuencias negativas. En las diferentes autonomías existe un reglamento para estos locales.
Héctor J. Rodríguez Casanovas, Profesor de la Universidad de Sevilla, afirma que no todas las personas pueden llevar un piercing: «Un ejemplo, quienes padecen hemofilia, ya que presentan escasa coagulación de la sangre y, en consecuencia, las pequeñas heridas que deja el proceso podrían poner en peligro su vida. Asimismo, cuando se padecen alergias es preferible consultar antes al alergólogo para que indique si afectará o no el estado de salud».
Según un estudio realizado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, un 72% de las personas que llevan un piercing en la boca han sufrido posteriores complicaciones. Las razones serían diversas: inflamación (el 35%), dolor (el 18%), dificultad de hablar y masticar (el 15%), alteración en el gusto (el 5%), sangrado (el 4%), infecciones y sensaciones hormigueo (el 2%), y alergia (un 1%).
Por lo tanto, hay que tener en cuenta 10 posibles consecuencias que podría acarrear una perforación en la lengua antes de hacerse el piercing.
1. Acumulación de placa dental o sarro
Un piercing puede favorecer la acumulación de la placa y el sarro, que tienden a posarse en el piercing, por lo que aumentan las bacterias y se inflaman los tejidos de alrededor.
2. Inflamación de la zona
Es frecuente que, una vez colocado el piercing, la zona se inflame y puedan surgir sangrados. Tras 6-8 horas del procedimiento comienza un proceso inflamatorio local, alcanzando su auge a los 3-4 días posteriores a la intervención. Además, esta inlamación puede alargarse todavía más.
3. Deformaciones linguales, alergias y úlceras
Como la lengua roza repetidamente contra las mismas áreas, se pueden desarrollar úlceras en la boca por la irritación constante. Puede aparecer también una reacción hipersensible, llamada dermatitis. Además, el metal del piercing también podría generar angioedema.
4. Fracturas dentales
El piercing suele generar el hábito de empujar y jugar con el pendiente contra los dientes. Estos golpes pueden provocar la rotura de algún diente. Un estudio concluyó que el 47% de las personas que llevaron un piercing en la lengua durante 4 años o más, sufrieron como mínimo la rotura parcial de un diente.
5. Daños en el esmalte, encías o empastes
Tal y como genera fracturas dentales, el choque del pendiente con el esmalte de nuestos dientes puede acabar generando daños en el esmalte o empastes.
6. Alteración del gusto y del habla
Suele ser habitual después de la colocación del pendiente que haya una mayor dificultad para masticar, hablar y pronunciar ciertas letras.
7. Dificultades para masticar y salivación excesiva
La propia boca, al percibir algo extraño en la boca, genera una salivación excesiva para expulsarlo.
8. Problemas de halitosis
Si se inflaman los tejidos que rodean el piercing, esto puede facilitar la aparición del mal aliento. También si presencia del piercing no permite realizar una higiene bucal completa o el mismo piercing acumula bacterias.
9. Ingestión del pendiente
El piercing se puede soltar dentro de la boca, lo que puede conllevar peligro de asfixia, y en caso que tragarlo, lesionar el sistema digestivo o los pulmones.
10. Más riesgo de cáncer oral
Explicado anteriormente, una perforación en la boca podría llegar a generar úlceras por la irritación constante. Como consecuencia de ello, cabría la posibilidad de su conversión en úlceras precancerosas, que podrían causar cáncer oral.// Diario Vasco (COM)
Publicar un comentario
Todo comentario se agradece, además es no permite seguir trabajando.