Maduro, enfrenta un difícil panorama con una recesión económica, escasez de productos básicos y la inflación más alta de América en medio de millonarios pagos de deuda externa, que podrían pasarle factura a su partido en las parlamentarias de diciembre.
A fines del año pasado, la aprobación del heredero político del fallecido Hugo Chávez tocó un mínimo de 22,8%. Sin embargo, a partir de allí repuntó hasta 28,2% en marzo, para volver a caer en mayo a 25,8%.
La baja aprobación de Maduro no es extraña en América Latina. Dilma Rousseff, en Brasil, y Ollanta Humala, en Perú, tienen índices aún menores. // Oxígeno.bo
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