¿Alguna vez te has cruzado con alguien que parecía tener todo
hecho y era por mucho la persona más productiva que conocías? ¿Por qué no puedes
ser así? Te compartimos 10 estrategias para volverte la persona más productiva:
Come para ganar. Realmente somos lo que
comemos. La mentalidad de “comer para ganar” es entendible ya que lo que ponemos
en nuestro cuerpo afecta nuestra atención, energía y bienestar en el transcurso
del día. Una dieta de comida chatarra te llevará a un mal rendimiento. Cuando
comenzamos el día consumiendo alimentos saludables, instantáneamente estamos
listos para tener una jornada productiva.
Comienza tu día con un smoothie verde. No hay
mejor manera de alimentar tu mente y cuerpo que consumiendo una bebida
alcalinizante a primera hora de la mañana. Una de mis recetas favoritas es la
siguiente: ocho onzas de agua, dos puñados de espinaca orgánica, una manzana,
dos tallos de apio y jugo de limón. Esta bebida es alta en fibra, la cual ayuda
al cuerpo a deshacerse de las toxinas y proveernos con las vitaminas y minerales
necesarias para tener altos niveles de energía.
Planea tu día la noche anterior. Tómate de
10 a 15 minutos para hacerlo. Adoptar este hábito produce beneficios
fenomenales. La falta de sueño normalmente es ocasionada por pensar en las cosas
que tienes que hacer al día siguiente. Esto hace que la mente no descanse y se
vuelve mucho más difícil tener una buena noche de descanso. Al planear tú día,
despertarás listo para tocar el piso y saber exactamente qué debes hacer.
Escribe un credo de productividad. Esto ha
sido un absoluto cambio de juego. Por ejemplo, mi credo está escrito en una
tarjeta que dice: “Yo, Matt Mayberry, soy la persona más productiva que conozco.
Yo domino mi día y me muevo rápidamente de tarea en tarea, terminando la cosas
que más importan”. Esta simple afirmación ha hecho maravillas y la llevo conmigo
a donde quiera que vaya. Cuando me encuentro con miedo, miro mi credo y regreso
a trabajar. Le echo un vistazo por lo menos 10 veces al día.
Comienza tu día con ejercicio. Lo digo todo el
tiempo. El ejercicio es la mejor herramienta de productividad en la que puedes
invertir. Encuentra una rutina que funcione para ti y trabaja en esa rutina cada
mañana. Al comenzar tu día con ejercicio, haces que tu sangre fluya y te
deshaces de las tristezas mañaneras cuando sueltas endorfinas. No solamente un
buen ejercicio te alivia del estrés y sube tu energía, sino que también te
sentirás enérgico y listo para conquistar el día.
¡Bébetela toda! En lugar de correr para tomar
una taza de café cada vez que te sientes débil o cansado, toma agua. Nuestros
cuerpos necesitan una buena hidratación para funcionar eficientemente. Es una
tendencia natural buscar el remedio que nos “levante”. Estos métodos de energía
no viven mucho tiempo. El cuerpo humano está compuesto un 70 por ciento de
agua. Muchas de las veces que te sientes cansado en realidad estas deshidratado.
El agua es fundamental para el alto rendimiento.
No molestar. ¿Cuántas veces en tu día alguien
te interrumpe para hablar de puras tonterías? Las probabilidades son que estás
siendo constantemente interrumpido por medio de mensajes, el teléfono o e-mail a
lo largo de tu día. Cuando estudies pon un letrero de “no molestar” cuando
necesites hacer un trabajo muy importante.
Establece una política para que la gente sepa que no debe llamarte o interrumpirte durante cierto tiempo. Si eres capaz, silencia por completo tu celular y guárdalo para que no haya ninguna distracción o urgencia que no te deje hacer tu tarea.
Toma una caminata. Encuentra el lugar más
cercano donde puedas estar y relajarte. Una estrategia para rejuvenecer y estar
preparado para aguantar el día completo es que tomes una caminata a la hora de
la comida. Esto te ayudará a aclarar tu mente del desorden y distracciones del
día y debería recargarte para una segunda parte del día más productiva.
La hora de la grandeza. Esta es la única hora
que ocupo por las mañanas para preparar mi mente, cuerpo y espíritu para el día
que me espera. Esta rutina consiste en leer un libro edificante por 15 o 20
minutos, reescribir mis metas mientras visualizo el logro de cada una, meditar
sobre la productividad de mi credo mientras observo mi lista de pendientes y
finalmente inundo mi mente con mensajes positivos y motivacionales vía audio.
Solamente esto puede alterar drásticamente mis niveles de
productividad. Disfruta de la preparación de tu mente para un día fenomenal.
Decide. Para realmente volverte la persona más
productiva, primero debes decidir hacerlo. No te castigues sobre lo improductivo
que has sido o pienses sobre lo productiva que es otra persona. Esto nunca te
llevara a donde debes llegar.
Tomar la decisión es sólo la mitad de la batalla. Una vez que
has tomado medidas, comenzarás a retarte y verás lo mucho que puedes lograr
cualquier día.// Los Tiempos.com
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