Lograr concentrarse es imprescindible para la vida cotidiana
tanto en niño como en adultos. Desde luego, no se puede comparar la capacidad de
concentración de los niños con la de los adultos, pero como todo, es algo que se
puede entrenar y que aporta múltiples beneficios ya que
cualquier actividad que se realice se vive diferente si se hace de forma
consciente.
Ya sea para disfrutar de los detalles o para conseguir ser más
eficaz en las tareas, la concentración es una gran aliada y aquí te damos
algunos consejos para ejercitarla.
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Vida saludable: Imprescindible empezar por lo básico; es decir tener unos hábitos de vida saludables entre los que se incluyen dos pilares fundamentales, la dieta equilibrada y un sueño reparador que, al menos, oscile entre las ocho y las nueve horas.
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Más parque: Procura pasar tiempo al aire libre con tu hijo, intenta salir al parque tanto como puedas y mantener contacto con la naturaleza. Los paseos por el campo o a la orilla del mar favorecen la oxigenación y la sensación de bienestar ayudando a que los niños mejoren su capacidad de concentración.
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Deporte: Además de salir, es muy interesante que los niños practiquen deporte, ya sea individual o de equipo, ya que eso le puede ayudar a ejercitar su atención, le despejará, a la vez que mejora su estado físico, porque ya sabemos aquello de mente sana en cuerpo sano.
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Edad temprana: Es interesante empezar cuando los niños son pequeños. No se trata de que se pongan a realizar sesudas tareas, sino de elegir una actividad que le guste y dedicarle un ratito para que poco a poco se convierta en un hábito sencillo.
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Prepara el espacio: Los niños no consiguen concentrarse si están rodeados de distracciones, sería un sobreesfuerzo innecesario que llevaría al pequeño a la frustración. Por eso, lo tenéis que elegir un lugar despejado, alejado de distracciones y, por supuesto, sin televisión u otro tipo de dispositivos.
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De uno en uno: Es importante seleccionar la actividad que se va a realizar y alejar el resto de posibilidades, se trata de aprender a hacer las cosas de una en una de forma consciente, dedicando toda la atención a esa práctica y sólo a esa.
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Poco tiempo: En el lugar elegido y con la actividad seleccionada llega el momento de determinar el tiempo que le va a dedicar. Ten en cuenta que los niños no pueden pasar media hora sentados haciendo la misma actividad, así que podéis dedicarle diez minutos. En cualquier caso, si tu hijo debe realizar una tarea que se prevé sea más larga, ayúdale a dividirla en distintas etapas o fases que le ocupen alrededor de diez minutos.
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Recuperar la atención: Aunque tu hijo esté en un espacio diáfano, sepa lo que tiene que hacer y que sólo tiene que dedicarle diez minutos, es fácil que a los cinco ya esté pensando en otra cosa o que haya encontrado algo con lo que distraerse. Que se distraiga es normal y lo importante hacerle ver cómo le ha sucedido, de modo que aprenda a darse cuenta él solo y que pueda volver a lo que estaba haciendo.
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Paciencia y refuerzo: No te preocupes si se distrae una y mil veces, poco a poco irá mejorando. Por eso es imprescindible que tengas paciencia y refuerces positivamente los logros para que se sienta más motivado.
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Actividades: Entre las actividades que podéis elegir para realizar y poner en práctica todos estos consejos están lo rompecabezas, los puzles, copiar dibujos para que se fije en los detalles, los juegos de buscar diferencias, los juegos de parejas y memory o aprender retahílas y poemas.// Mujer Hoy
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