Cada año, las empresas invierten más en la creación de oficinas más sostenibles, beneficiosas tanto para el medioambiente como para los propios empleados. BREEAM, uno de los sistemas de calificación de eficiencia energética más extendido, permite saber, gracias a sus evaluaciones, cuáles son los edificios más verdes del planeta. Paneles solares, recogida de agua de lluvia y una cuidadosa planificación son solo algunos de los trucos para conseguirlo.
Las oficinas de Deloitte y las de la compañía Geelen Counterflow en Holanda, la sede de la Fundación David and Lucile Packard en Estados Unidos (creada por el cofundador de HP y su esposa), o el edificio de oficinas One Embankment Place en Reino Unido son algunas de las construcciones más sostenibles del mundo. De ellas podemos aprender una serie de claves de eficiencia energética.
La reutilización de energía
Las empresas más sostenibles no solo buscan utilizar energía limpia, sino que pretenden generar energía adicional. La nueva oficina de Geelen Counterflow—una empresa holandesa que fabrica secadores y refrigeradores para la industria alimentaria— ha sido calificada recientemente como la más eficiente del planeta gracias a su puntuación de un 99,94% en el sistema de certificación BREEAM. Su nueva sede genera un 50% más de energía solar de la que necesita para mantenerse, por lo que la energía adicional se emplea en la fábrica de la empresa.
The Edge, el nuevo edificio de oficinas de Deloitte en Ámsterdam además de una de las construcciones más sostenibles, tienen una orientación basada en el recorrido natural del sol. En la zona norte posee una fachada de cristal que permite la entrada de luz natural al 60% de los despachos, mientras en la zona sur cuenta con una fachada equipada con paneles solares en todas las superficies que no son ventanas.
El cuidado de la iluminación interior
En The Edge, las luces se gradúan por sí solas en base a las preferencias del empleado. Además, solo necesita 6.000 bombillas LEDde bajo consumo. Todas las oficinas sostenibles optan por luces que consumen poca energía y apuestan por emplearlas únicamente en ausencia de luz natural.
La eficiencia de los edificios empieza en sus materiales
Muchas de estas oficinas emplean materiales que no dañan el medio ambiente y que pueden ser reutilizados. Las oficinas centrales de laFundación David & Lucile Packard, en California, fueron construidas con un 95% de materiales que provenían de otros edificios preexistentes. Además, la construcción con madera es también un punto clave, ya que genera una menor huella de CO2.
Vistas al exterior y zonas verdes
Las empresas están preocupadas porque los empleados tengan vistas al exterior, ya que la posibilidad de estar cerca de una ventana y disfrutar de luz solar y buenas vistas está relacionada con una mayor productividad. Por ello, las oficinas sostenibles suelen buscar que todos sus empleados estén como máximo a 10 metros de una ventana. Así se reduce el riesgo de vista cansada y la monotonía de un espacio cerrado. En ocasiones, incluso se instalan paredes verdes.
Oficinas bien ubicadas
Nada de edificios alejados, las oficinas sostenibles tienen que ser accesibles con transporte público y con bicicleta. The Edge está situado en el centro de Ámsterdam y tiene 500 plazas para dejar la bicicleta, además de muy buenas conexiones. El One Embankment Place en Londres, otro de los edificios más sostenibles, tiene duchas para que aquellos empleados que acudan en bicicleta al trabajo.
Salud y bienestar para los empleados
Una oficina sostenible también piensa en el bienestar de sus trabajadores y de sus vecinos. Pero, ¿cómo hacer la vida de los trabajadores más sencilla? Además de las mencionadas vistas al exterior y los espacios verdes, en The Edge han desarrollado aplicaciones que les indican dónde aparcar al llegar o dónde sentarse en función de las necesidades del día.
Este edificio es el lugar de trabajo de 2.500 empleados de Deloitte pero solo tiene 1.200 mesas. La compañía usa el ‘hot desking’ para optimizar el uso del espacio: desde la aplicación se asigna un puesto de trabajo a los miembros que acuden a él en función de sus necesidades. Los edificios controlan además la luz interior y exterior, la calefacción y la ventilación, de forma que temperatura, la iluminación y el ambiente estén siempre en las condiciones más óptimas.
El agua, factor de sostenibilidad
Otra de las características comunes de muchas de estas oficinas es su capacidad para usar el agua procedente de la lluvia. The Edge o el Bullitt Center, edificio comercial y sostenible de la Bullitt Foundation, emplean un sistema que recoge el agua de lluvia para utilizarla en los lavabos y en la calefacción. The Edge, además, dispone de un acuífero de almacenamiento de energía térmica situado a unos 130 metros bajo tierra que genera toda la energía requerida para la climatización del edificio.
El reciclaje y la optimización como elemento verde
El reciclaje es clave en una oficina verde. Además de minimizar el gasto de papel, hay que recordar no dejar el ordenador en modo suspensión o reciclar todos los residuos. Usar la nube para trabajar en documentosde forma colaborativa también ahorra energía y papeleo. La compra de productos verdes, reciclados y biodegradables es otra de las claves.
El análisis de los datos, fuente de ahorro
En The Edge, Deloitte almacena y analiza los datos para comprobar cómo interactúan los empleados y el edificio. El análisis de esta información les permite saber cómo fluctúa el uso de energía o cuándo se necesita reponer las máquinas de café. En los días que menos empleados van a la oficina —ya que se permite el trabajo desde casa— hay departamentos enteros que se cierran para reducir el consumo.
La innovación constante
La innovación lleva a la eficiencia verde. Las empresas siempre pueden encontrar nuevas ideas que les ayuden a mantener baja su huella de carbono y a integrarse en el ecosistema que las rodea. En Holanda, la oficina de Geelen Counterflow, campeona de los edificios sostenibles, cuenta con un jardín natural alrededor del edificio con plantas y flores nativas.
El diseño del entorno también incluye lugares para nidos de pájaros, insectos, murciélagos y anfibios. Ideas como el acuífero ya mencionado, las nuevas aplicaciones o este jardín, todas fuera del manual tradicional, pueden suponer una gran diferencia en la interacción del edificio con el medio ambiente.// Idealista
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