Sin duda alguna, una de las cosas que más echa de menos la sociedad durante la cuarentena es la práctica deportiva. En los días recientes hemos comprobado cómo, gracias a la mejora de la situación, se han levantado levemente las restricciones para poder volver a hacer deporte. Algún día la situación volverá a la normalidad, y aunque hoy en día el número de fanáticos por la práctica deportiva es elevado, aquí van diez grandes motivos para hacer deporte o motivar al resto a hacerlo.
Comenzamos con uno de los más evidentes, la salud. Cuesta entender el ideal de una vida saludable sin un mínimo hábito deportivo adquirido. Sea como prevención, como factor de desarrollo en la infancia, para mejorar la calidad de vida, como recuperación tras una enfermedad o lesión, para mantener un peso ideal… el deporte es una buena herramienta para cuidarse. Además, el deporte conlleva otros buenos hábitos en paralelo, como la buena alimentación, la higiene o el descanso, por lo que hacer deporte es una manera de asegurarnos una implicación verdadera en nuestro bienestar, ya que ello influirá positivamente en nuestro rendimiento.
Al hilo del primer motivo llega el segundo. El deporte permite generar un hábito, una rutina en nuestras vidas. Por muchas cosas que debamos hacer a lo largo del día entre trabajos, estudios, tareas, compromisos o proyectos, si somos capaces de reservar un hueco en nuestras agendas para hacer deporte estaremos dando un gran paso. Si logramos integrar la actividad física dentro de nuestro día a día, nuestra salud nos lo agradecerá.
Por ello, el tercer motivo es el de fomentar cultura del esfuerzo. Los grandes deportistas calan en la sociedad porque demuestran cuántas cosas se pueden lograr con trabajo diario, con dedicación, con tesón. No es fácil superar las complicaciones del día a día, la pereza, las tentaciones, etc., pero si lo logramos el resultado será satisfactorio. Cruzar la meta tras semanas preparando una carrera, disfrutar de un buen final de temporada tras meses de entrenamiento, observar los progresos en un período de tiempo… El deporte premia el esfuerzo del deportista.
El cuarto motivo va relacionado con el segundo, pues el deporte sirve de desconexión. Por muchas cosas que tengamos en la cabeza, problemas que nos ronden, dudas, inquietudes, preocupaciones, etc., el hecho de practicar deporte puede ayudarnos no solo a olvidar durante un rato esas circunstancias, sino también a afrontarlos con la mente más despejada, más reactivada.
El quinto motivo podría ser el de las relaciones forjadas a través del deporte. Esto sucede desde bien pequeños, en los patios de los la colegios, donde una pelota, una comba o un motivo para echar una carrera se convierten en vínculos que forjan amistades. Esto es inevitable en el deporte, donde a través de los años, jugadores, entrenadores, organizadores, padres, compañeros y demás personas socializan gracias al deporte. Se comparten inquietudes, se aúnan esfuerzos, se celebran los éxitos y se lucha en los momentos duros, todo ello gracias al deporte.
Por ello, otro de los motivos de apostar por el deporte, el sexto en este caso, es el de ser un elemento que motiva el aprendizaje de diferentes roles. La figura del entrenador, del capitán o del árbitro, conocer las diferentes posiciones de los deportes colectivos, fomentar la empatía para entender al compañero… Es por eso que hay una corriente de entrenadores actualmente que propone que desde bien pequeños en los deportes colectivos todos pasen por todos los roles, incluido el del entrenador y el del árbitro, para entender a todas las partes implicadas.
Y hablando de empatía, nuestro motivo número siete para fomentar el deporte es el fundamental en los Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid, el que podría haber encabezado perfectamente este artículo: la transmisión de valores educativos. Respeto, juego limpio, paciencia, multiculturalidad, igualdad de oportunidades, trabajo en equipo, esfuerzo, humildad… Da igual la disciplina, la categoría o el lugar, pues estos deberían estar presentes siempre.
Especialmente, deberían estar presentes en uno de los momentos más trascendentales de la práctica deportiva: la victoria y la derrota. Aprender a ganar y a perder es otro de los inputs típicos del deporte, ya que tanto vencedores como vencidos deben aprender a relativizar sus respectivos triunfos o fracasos, y será en ese momento cuando todos se sentirán unos verdaderos campeones.
El motivo número nueve es el del entretenimiento. El deporte es un elemento lúdico, y su amplia variedad nos asegura que hay un deporte, sea el que sea, que será el que más nos entretenga. Porque la diversión es parte fundamental del ser humano, no solo en la etapa infantil, sino a lo largo de toda su vida. Y sea cual sea tu realidad, hay un deporte que se adapta a ti para que puedas vivir un momento de diversión y de disfrute.
Y por último, la propia pasión que genera el deporte es el último motivo de esta peculiar lista. Esa sensación de felicidad, de libertad, de emocionarse, de soñar, de vivir el momento, etc., que vivimos cuando practicamos o presenciamos deporte no tiene precio. El deporte mueve masas, crea historias, es parte de nuestras vidas. Esperamos que pronto lo podamos disfrutar como antes.// ABCNClase
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