- El mundo acaba de superar los 8.000 millones de personas esta semana
Los humanos ya somos 8.000 millones de personas conviviendo al mismo tiempo. El nacimiento de Damian en República Dominicana esta semana trazó la línea teórica de esta cifra redonda. El anterior hito, el de los 7.000, se consiguió hace poco más de una década, en 2011.
La ONU ha recibido la anécdota estadística señalando el reto que supone para la "igualdad" y el desafío del Cambio Climático. Si bien, durante estos días, también se ha contradicho el habitual mensaje del riesgo de sobrepoblación, y es que las propias estimaciones de la ONU vaticinan que a lo largo del final de este siglo la población humana comenzará a caer.
De un modo u otro, una cifra tan redonda siempre plantea desafíos, y el de un mejor reparto de la riqueza es uno de los que siempre aparecen en el horizonte. Principalmente, porque tras el estancamiento en natalidad de China y La India, ahora es África, donde se encuentran los países más pobres del mundo, los que cuentan con el mayor peso generacional por número de jóvenes.
11.000 euros: el patrimonio medio mundial
Hacer estimaciones sobre la riqueza media por persona es complicado. No existen indicadores claros y en conceptos como el patrimonio pueden tener en cuenta muchos acercamientos distintos, pero, si lo hacemos de la forma más sencilla posible, dividimos la renta mundial bruta (obtenida de sumar la RNB de todos los países, que a su vez es la suma de las retribuciones de todos los factores de producción nacionales), y lo dividimos entre la población total.
El resultado es que si partimos lo que es capaz de generar económicamente el mundo (88 billones de euros/dólares), entre los 8.000 millones de humanos, la división es fácil: 11.000 euros por persona.
Pero no todo el mundo tiene trabajo y algunos de esos ocho mil millones son niños. Así que otra pregunta que se podría hacer es: ¿Cuál es el salario medio del mundo?
Un salario medio mundial muy complicado de calcular
Es más difícil de responder, pero un grupo de economistas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de las Naciones Unidas lo intentó, aunque hace ya una década, cuando llegamos al hito de los 7.000 millones como humanidad.
En primer lugar, calculan la masa salarial total de todos los países del mundo. Para ello, obtienen el salario medio de cada oficina de estadísticas nacionales y lo multiplican por el número de asalariados de cada país.
De este modo, pueden dar más peso a los países que tienen más trabajadores. El salario medio de China influye más en la media mundial que el de Nueva Zelanda, donde vive mucha menos gente.
Una vez que tienen la masa salarial total de cada país, la suman y la dividen por el número total de asalariados en el mundo.
Eso les dio la respuesta: el salario medio mundial era entonces de 1.480 dólares al mes.
Pero estos dólares no son dólares estadounidenses normales. Los investigadores utilizaron tipos de cambio especialmente ajustados: el salario medio se calcula en dólares de paridad de poder adquisitivo.
La idea que perseguían no era saber cuántos dólares reales cobra alguien en, por ejemplo, Australia, lo que nos importa es qué tipo de cosas pueden comprar esos dólares adaptados a cualquier país del mundo.
El 1% más rico posee una quinta parte de la riqueza mundial
Puede que pienses que 1.480 dólares o euros al mes, o 18.000 dólares al año, es una cifra bastante elevada, teniendo en cuenta que el salario medio en España según el INE son 25.165,51 euros brutos anuales. Sobre todo porque más de un tercio de la población mundial vive con menos de 2 dólares al día.
El Secretario General de la ONU, al ser preguntado por el hito, dio algunas de las claves. Antonio Guterres señaló que solo un puñado de multimillonarios controla tanta riqueza como la mitad más pobre del mundo, mientras que el 1% más rico se embolsa una quinta parte de la renta mundial.
Los ciudadanos de los países más ricos pueden esperar vivir hasta 30 años más que los de los más pobres.
Refiriéndose a la aceleración de la crisis climática y a la desigual recuperación de la COVID, Guterres observó que "a medida que el mundo se ha ido enriqueciendo y saneando en las últimas décadas, estas desigualdades también han aumentado".
Tras recordar que "la desigualdad desbocada es una elección", Guterres afirmó que "nuestra única esperanza" reside en que los países más ricos proporcionen a las principales economías emergentes apoyo financiero y técnico para que abandonen los combustibles fósiles.
También instó a los líderes a acordar una hoja de ruta y un marco institucional para compensar a los países del Sur Global por las pérdidas y daños relacionados con el clima que ya están causando un enorme sufrimiento.
Y sostuvo que durante la reunión del G20 se puede adoptar un paquete de estímulo para proporcionar a esos gobiernos un alivio y una reestructuración de la deuda.// elEconomista
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