2011: Estudio sobre la materia sólida recibe el Nobel

"¡Algo así no puede existir!", exclamó este químico, que actualmente tiene 70 años, la mañana del 8 de abril de 1982 cuando examinaba en el microscopio electrónico una extraña aleación de aluminio y de manganeso.

La estructura de los átomos que tenía delante de sus ojos iba en contra de toda lógica: círculos concéntricos compuestos cada uno por 10 puntos brillantes separados exactamente por la misma distancia.

Una "simetría de orden 10" completamente incompatible con los conocimientos científicos de entonces, según los cuales los cristales sólo podían tener simetrías de orden 2, 3, 4 ó 6, porque en caso contrario se formaría un imposible caos con átomos que chocarían unos contra otros, explicó a la prensa Sven Liden, miembro del Comité Nobel para la química.

Eran "los mosaicos del mundo árabe reproducidos al nivel de los átomos: una forma regular que no se repite nunca", resume el Comité Nobel. El hallazgo del entonces integrante de una comisión de servicio de un laboratorio en EEUU, suscitó incomprensión y reprobación en sus colegas.

El director del laboratorio llegó a darle un manual de cristalografía sugiriéndole que lo estudiara, recuerda en entrevista con su universidad, el Instituto de Tecnología de Haifa. "Le contesté: 'no necesito leerlo, sé que es imposible, pero ahí está, delante de mí'".

Uno de los críticos más virulentos del descubrimiento fue Linus Pauling, Nobel de Química en 1954. Diez años más tarde, y después de muchas confirmaciones experimentales, la comunidad científica avaló el hallazgo.

En su hermoso desquite, Shechtman "acababa de reescribir el primer capítulo de los manuales sobre los sólidos", según Sven Liden. "Estoy emocionado", se limitó a decir el investigador ayer durante una breve entrevista en la radio pública israelí.

"El Premio Nobel de Química 2011 modificó fundamentalmente la concepción de un sólido para los químicos", que desde entonces sintetizaron cientos de cuasicristales en sus laboratorios. A mediados del 2009, los científicos descubrieron por primera vez una forma "natural" de cuasicristal en un río de Rusia, un mineral compuesto de aluminio, cobre y hierro.

Material resistente

Estos materiales son duros, pero pueden romperse con facilidad, además de ser aislantes térmicos y malos conductores de la electricidad, lo que permite numerosas aplicaciones industriales. Este material apasiona también a matemáticos.// La-razon.com

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