México, oficialmente llamado Estados Unidos Mexicanos, es un país situado en la parte meridional de América del Norte. Limita al norte con los Estados Unidos de América, al sureste con Belice y Guatemala, al oriente con el golfo de México y el mar Caribe y al poniente con el océano Pacífico. Es el décimo cuarto país más extenso del mundo, con una superficie cercana a los 2 millones de km². Su población ronda los 112 millones de personas en 2010. La mayoría tiene como lengua materna el español, al que el Estado reconoce como lengua nacional junto a 67 lenguas indígenas.
La presencia humana en México se remonta a 30 mil años antes del presente. Después de miles de años de desarrollo cultural, surgieron en el territorio mexicano las culturas mesoamericanas, aridoamericanas y oasisamericanas. Tras casi 300 años de dominación española, México inició la lucha por su independencia política en 1810. Posteriormente, durante cerca de un siglo el país se vio envuelto en una serie de guerras internas e invasiones extranjeras que tuvieron repercusiones en todos los ámbitos de la vida de los mexicanos. Durante buena parte del siglo XX (principalmente la primera mitad) tuvo lugar un período de gran crecimiento económico en el marco de una política dominada por un solo partido político.
Según la Organización Mundial del Turismo, México es el principal destino turístico de América Latina y uno de los 10 países más visitados del mundo. Esto se debe en gran medida a los 31 sitios culturales o naturales que son considerados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, y es en este sentido el primero en el continente y sexto en el mundo. Por el volumen neto de su producto interno bruto nominal (PIB), se considera a México la decimocuarta economía mundial, —aunque entre 2001 y 2006 había sido la novena— y la número 11 por PIB (PPA). Es la segunda economía de América Latina y la cuarta del continente. Sin embargo, la repartición de la riqueza es desigual, ya que en el país coexisten municipios con índices de desarrollo humano similares a naciones altamente desarrolladas como Alemania o tan pobres como Burundi. México también es uno de los países con mayor diversidad de climas en el mundo, considerado uno de los 12 países megadiversos del planeta, siendo hogar del 10-12% de la biodiversidad mundial y albergando a más de 12 mil especies endémicas.
Políticamente, México es una república democrática, representativa y federal compuesta por 32 entidades federativas. La sede del gobierno y los poderes de la unión es la Ciudad de México, cuyo territorio ha sido designado como distrito federal.
TOPONIMIA
México es una entidad política que nació en el siglo XIX. Desde su conformación como Estado federal, el nombre oficial del país es Estados Unidos Mexicanos, aunque la Constitución de 1824 usaba indistintamente las expresiones Nación Mexicana y Estados Unidos Mexicanos. La Constitución de 1857 hace oficial el uso del nombre República Mexicana, pero en el texto se emplea también la expresión Estados Unidos Mexicanos. La Constitución vigente, promulgada en 1917, establece que el nombre oficial del país es Estados Unidos Mexicanos.
El gentilicio mexicano se ha empleado en la lengua española desde el contacto entre europeos y americanos con diferentes sentidos. Para los españoles del siglo XVI, los mexicanos eran los habitantes de México-Tenochtitlan y su lengua. Durante la Colonia, algunos criollos y peninsulares avecindados en Nueva España usaron el gentilicio para denominarse a sí mismos. Los líderes de la Guerra de Independencia vacilaron tanto en la denominación del país como de sus habitantes. A partir del Plan de Iguala, el país adoptará definitivamente el nombre de México y sus habitantes fueron todos mexicanos.
México es un topónimo de origen náhuatl cuyo significado es discutido. Deriva del vocablo náhuatl Mēxihco [me:ʃiʔko], que designaba la capital de los mexicas. De acuerdo con Bernardino de Sahagún, el vocablo significa En el ombligo de la luna, hipótesis que luego hicieron suya Cecilio Robelo, Alfonso Caso y Gutierre Tibón y se popularizó a través de los libros de texto gratuitos. La hipótesis ha tenido objeciones porque la morfología del náhuatl no admite una derivación del topónimo a partir de las voces propuestas. Clavijero sugería que el topónimo debía interpretarse como Lugar de Mexihtli, es decir, de Huitzilopochtli, pues Mexihtli era uno de sus nombres alternativos. En el mismo texto, Clavijero añade como nota que creyó por algún tiempo que el vocablo significaba En el centro del maguey, pero que a través del conocimiento de la historia de los mexicas llegó a la conclusión de que el topónimo se refiere al dios tutelar de los aztecas.
HISTORIA DE MÉXICO
Época precolombina
El territorio actual de México fue descubierto y habitado por grupos de cazadores y recolectores nómadas hace más de 30 000 años. Alrededor del año 9000 a. C. se desarrollaban los procesos que llevaron a la domesticación de plantas como la calabaza y el huaje en regiones como el valle de Tehuacán y la sierra de Tamaulipas. La domesticación del maíz ocurrió alrededor del quinto milenio antes de la era común y fue un hito que después condujo al establecimiento de aldeas sedentarias en Mesoamérica.
Los habitantes de la región conocida como Aridoamérica continuaron con su cultura nómada, aunque mantuvieron contacto con los mesoamericanos. Algunos sitios presentan ocupación continua desde tiempos muy antiguos, como cueva de la Perra (12000 a. C.) Cueva de la Candelaria (8000 a. C.), El Conchalito y las las cuevas de la Sierra de San Francisco (Baja California Sur).
El inicio de la civilización mesoamericana se ubica entre el año 2500 a. C., con la aparición de la alfarería y las primeras aldeas agrícolas. y 1500 a. C. Durante el Preclásico Medio (ss. XIV-IV a. C.) se difundió la cultura olmeca en toda Mesoamérica. Algunos de sus centros más importantes fueron La Venta, Tres Zapotes y Teopantecuanitlán. que fue el centro ceremonial olmeca más importante. Después del ocaso olmeca tuvo lugar un florecimiento simultáneo de varios pueblos. Tras el declive de los olmecas, florecieron la tradición de las tumbas de tiro en Occidente, la cultura epiolmeca en el Golfo y se desarrolló la cuenta larga.
Alrededor del siglo II sobreviene el Período Clásico de Mesoamérica (ss. II-VI/VIII). En esta época destaca el apogeo de Teotihuacan y de los estados mayas. La primera controló el comercio en el centro de México y contó con aliados de la talla de Monte Albán. La civilización mesoamericana se extendió hacia el norte a sitios ubicados en el desierto como La Quemada, y contribuyó al desarrollo de los pueblos de Oasisamérica, como testifica la antigua ciudad de Paquimé.
Después del ocaso de Teotihuacan y las ciudades mayas, florecieron varios señoríos que disputaban poderes regionales. Entre los siglos X y XII, emerge Tollan-Xicocotitlan, capital de los toltecas. La influencia tolteca contribuyó al florecimiento de los mayas, los mixtecos y otros pueblos en Mesoamérica. Su papel como poder político y cultural fue ocupado por los mexicas, que fundaron México-Tenochtitlan en 1325. A partir de esa ciudad dominaron el más extenso Estado que conoció Mesoamérica, mismo que fue conquistado en 1521 por los españoles.
Conquista española
Después de las expediciones de Francisco Hernández de Córdoba (1517) y Juan de Grijalva (1518), Hernán Cortés y su gente arribaron a Cozumel y alcanzó las costas de Tabasco, donde fue combatido por los mayas en Centla. En esa región fundó Santa María de la Victoria y recibió como obsequio a Malintzin, que fungió como valiosa intérprete de los extranjeros.
Los españoles se dirigieron a la costa de Veracruz, por donde penetraron al interior de Mesoamérica. Establecieron alianzas con algunos pueblos indígenas y avanzaron a México-Tenochtitlan. En el camino derrotaron a los aliados de los mexicas, como ocurrió en Cholula. Moctezuma Xocoyotzin recibió pacíficamente españoles, pero la Matanza de Tóxcatl puso a los mexicas en pie de guerra. Cuitláhuac derrotó a los invasores en 1520, pero murió durante el huey cocoliztli. Cuauhtémoc, último tlatoani tenochca, fue apresado el 13 de agosto de 1521, y ejecutado en 1525. Tras ocupar México-Tenochtitlan, los españoles se lanzaron a conquistar el resto de Nueva España en un proceso que duró todo el período colonial. La conquista militar fue acompañada por la cristianización y aculturación de los pueblos indígenas.
Época colonial
Una vez que Tenochtitlan fue sometida, Hernán Cortés asumió el gobierno como capitán general de Nueva España. En 1527 se estableció la Audiencia de México. El primer virrey fue Antonio de Mendoza y Pacheco y gobernó a partir de 1535. Nueva España fue gobernada por 63 virreyes durante los casi 300 años de dominación española. La dominación española enfrentó la resistencia indígena, que se manifestó en algunas ocasiones por la vía de las armas, como en la Guerra Chichimeca (1546), la Guerra del Mixtón (1540-1551), Rebelión de los Pericúes (1734-1737) y la rebelión de los mayas de Cisteil (1761).
La base de la economía novohispana fue la minería. Sin embargo, el descubrimiento de nuevos yacimientos desde Sonora hasta el de sur de la provincia de Estados Unidos, permitió gradualmente que Nueva España ocupara una posición privilegiada. La minería permitió el desarrollo de otras actividades asociadas, especialmente los obrajes y la agricultura, que convirtieron a las regiones del Bajío y los valles de México y Puebla en prósperas regiones agrícolas y de actividad industrial incipiente.
El comercio del virreinato era realizado a través de dos puertos: Veracruz (golfo de México) y Acapulco (océano Pacífico). A éste último llegaba la Nao de China que transportaba productos de las Filipinas a Nueva España y de ahí se transportaban por tierra, llegando a Puebla, donde la influencia oriental es notoria en su artesanía y en sus tradiciones como la de la "china poblana", al Ayuntamiento de México y a Veracruz de donde se enviaba a España o a los puertos del Atlántico. El comercio coadyuvó al florecimiento de estos puertos, de la Ciudad de México y las regiones intermedias. Hay que señalar que hasta finales del siglo XVIII, con la introducción de las reformas borbónicas, el comercio entre los virreinatos españoles no estaba permitido.
El virreinato fue la base del mosaico cultural y racial del actual México. En su seno se fusionaron a lo largo de los 300 años las culturas indígenas y europeas. Asimismo, se dio una gran cantidad de mezclas raciales. Figuras como Sor Juana Inés de la Cruz y Juan Ruiz de Alarcón destacan como sus más notables contribuyentes a la literatura novo hispana, así como Manuel Tolsá en la arquitectura. Relativo a instituciones financieras destacó Pedro Romero de Terreros, fundador del Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas, antecedente del Nacional Monte de Piedad (también llamado Monte Pío), génesis del microcrédito a nivel mundial. También destacan los descubrimientos químicos de Andrés Manuel del Río, descubridor del Eritronio, posteriormente renombrado Vanadio, en la tabla periódica de los elementos químicos.
La sociedad novohispana profesaba en su mayor parte la religión católica, La Santa Inquisición —que procuraba la supresión de idolatrías indígenas— tenía instalados sus oficios en el territorio. El territorio de la Nueva España era lo suficientemente grande para que en él existiera una gran cantidad de pueblos indígenas y una gran variedad de lenguas, sin excluir a los europeos. Durante los trescientos años de la Nueva España se tuvieron distintas disposiciones legales que afectaron el comercio y la prosperidad de los novohispanos. En general su nivel de prosperidad era el más alto de América, en especial los residentes de los ayuntamientos de México, Puebla de los Ángeles, la Villa Rica de la Veracruz, Acapulco y Zacatecas.
A pesar de que por regla general se propuso una política de integración, la realidad política que imponía el otorgamiento de los puestos importantes para la burocracia española (en especial desde la llegada de los Borbones, que propugnaron el modelo francés de colonización, contra los cuales los criollos o hijos de españoles nacidos en México empezaron a resentirse). Además se crearon divisiones tan graves como las castas en Yucatán. Durante el período virreinal se gestaron muchas de las tradiciones e instituciones que han evolucionado, de conformidad con el carácter del pueblo mexicano, en muchas de las características mexicanas de la actualidad.
Independencia
La ocupación francesa de España detonó varios movimientos soberanistas en las posesiones americanas. En 1808 tuvo lugar una crisis política en Nueva España que concluyó con la destitución del virrey Iturrigaray mediante un golpe de Estado.48 En otros puntos del virreinato se fraguaron conspiraciones contra el dominio español, pero fueron suprimidos. El 16 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo y Costilla llamó a la insurgencia al pueblo de Dolores (Guanajuato), dando inicio a la Guerra de Independencia de México. A Hidalgo se debe la abolición de la esclavitud en México. En 1811, él y los líderes del movimiento fueron apresados y fusilados.
El movimiento insurgente se fortaleció en el centro de Nueva España bajo el mando de José María Morelos y Pavón, que destacó por su capacidad como estratega militar. En 1813 convocó al Congreso de Chilpancingo, que proclamó la independencia de la América Septentrional y dotó al país de su primera constitución, promulgada en Apatzingán. Morelos fue capturado y fusilado en 1815.
A partir de 1815 los independentistas entraron en una guerra defensiva y fragmentada. La campaña de Pedro Moreno y Francisco Xavier Mina en 1817 avanzó rápidamente desde Tamaulipas hacia el centro de Nueva España, pero fue finalmente derrotada. El indulto ofrecido por el virrey Apodaca alentó la deserción de muchos insurgentes. La rehabilitación de la Constitución de Cádiz en 1820 afectó a la élite novohispana, que pactó con los insurgentes la independencia del virreinato. Agustín de Iturbide se apoyó en Vicente Guerrero y juntos promulgaron el Plan de Iguala en 1821. Cuando Juan O'Donojú —último virrey designado— llegó a Nueva España, firmó el acta de independencia de México el 28 de septiembre de 1821.
Siglo XIX
Después de la firma de los Tratados de Córdoba se instaló un gobierno provisional que funcionó hasta la coronación de Agustín de Iturbide como emperador. La situación económica y política del Imperio era endeble y motivó la proclamación del Plan de Casa Mata, que planteba la instauración de una república. La insurrección republicana triunfó en 1823, provocando el exilio de Iturbide y la separación de América Central.
El Congreso Constituyente promulgó la Constitución de 1824, estableciendo un régimen republicano y federal en el país. El primer presidente fue Guadalupe Victoria. A partir del gobierno de Victoria, el país tuvo una vida política conflictiva debido al enfrentamiento de diferentes facciones. El personaje central a lo largo de la primera mitad del siglo XIX fue Antonio López de Santa Anna. Ascendió al poder once veces; cinco de ellas como liberal y las otras seis como conservador.
Valentín Gómez Farías dispuso en 1833 una serie de reformas liberales que provocaron la reacción conservadora que llevó a la disolución de la primera república federal y la instalación de una república centralista. La promulgación de las Siete Leyes en 1835 provocó movimientos separatistas en varios departamentos, todos reprimidos salvo en Texas, que consumó su independencia en 1836. En 1841 Yucatán se separó de México y no se reincorporó al país hasta 1848.
México enfrentó la invasión estadounidense entre 1846 y 1848, como resultado de las reclamaciones territoriales de Texas, que se anexó a Estados Unidos. En medio de la guerra, los federalistas reinstalaron la Constitución de 1824. Al final del conflicto, el gobierno mexicano se vio forzado a firmar el Tratado de Guadalupe-Hidalgo por el que entregó más de la mitad del país a los Estados Unidos. Al terminar la guerra prosiguieron los enfrentamientos entre facciones políticas, lo que propició la llegada por undécima y última ocasión de Santa Anna al poder (1853-1855), que ejerció con carácter dictatorial. En 1854 los liberales se levantaron en armas encabezados por Juan Álvarez. La insurrección depuso a Santa Anna e instaló a los liberales en el gobierno.
La promulgación de las Leyes de Reforma, de corte liberal, afectó los intereses de varios grupos, particularmente la Iglesia. En 1857 se promulgó la nueva Carta Magna mexicana. Entre otras cosas, el documento estableció en México un Estado laico. Tras el autogolpe de Estado de Ignacio Comonfort, Benito Juárez asumió la presidencia. Inició entonces la Guerra de Reforma que concluyó con una nueva derrota de los conservadores. A partir del año siguiente, éstos intentarían nuevamente hacerse con el poder, apoyados por la intervención francesa que creó el Segundo Imperio Mexicano, encabezado por Maximiliano de Habsburgo. La invasión francesa y el imperio concluyeron en 1867 con la rendición de los conservadores y el fusilamiento de Maximiliano en Santiago de Querétaro.
Juárez continuó en la presidencia hasta su muerte en 1872. Los últimos años de su gobierno fueron duramente criticados por las diversas facciones liberales. Juárez fue sucedido por Lerdo de Tejada, tildado de jacobino. Tras una rebelión provocada por las intenciones de Lerdo de reelegirse, Porfirio Díaz llegó a la presidencia en 1876. Así comenzó el Porfiriato. Durante ese período, la inversión extranjera y nacional fue favorecida con grandes privilegios por parte del gobierno, lo que favoreció el desarrollo económico. En contraste las condiciones de vida de los obreros y campesinos continuaron sin mayores cambios. La oposición política fue eliminada por la fuerza, y los rebeldes eran exiliados u obligados a trabajar en sitios como Valle Nacional, el valle del río Yaqui o Yucatán.
Revolución Mexicana
Algunos estallidos sociales como las huelgas de Cananea (1906)y Río Blanco (1907) pusieron de manifiesto el malestar con el régimen. Las elecciones presidenciales de 1910 dieron la victoria a Díaz sobre Francisco I. Madero, que había sido encarcelado. Fugado de la prisión, llamó a las armas en el Plan de San Luis. Se sumaron a la rebelión numerosos grupos de diversas clases sociales, y enarbolando variadas banderas. Entre otros líderes de la Revolución se encuentran Álvaro Obregón, Francisco Villa, Venustiano Carranza y Emiliano Zapata. Díaz dimitió el 24 de mayo de 1911 y se exilió en Francia, donde murió y fue sepultado.
En febrero de 1913 el golpe de Estado de Victoriano Huerta concluyó con el asesinato de Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez. Huerta fue depuesto en 1914. Con el propósito de unificar a los revolucionarios, Carranza convocó a la Convención de Aguascalientes, a la que desconoció y derrotó para llegar a la presidencia. En 1917 Carranza promulgó la Constitución que rige actualmente en México. El conflicto entre facciones culminó con el asesinato de Carranza (Tlaxcalantongo, 1920), Zapata (Chinameca, 1919) y Villa (Parral, 1923).
México contemporáneo
Carranza fue sucedido por miembros del grupo Sonora, entre los cuales no dejó de haber discordia. En 1924 subió al poder Plutarco Elías Calles que creó el Banco de México y enfrentó la Guerra Cristera. Al término de su mandato Álvaro Obregón fue electo por segunda ocasión como presidente, pero fue asesinado. Los períodos de los tres presidentes que siguieron son conocidos como Maximato, porque gobernaron bajo la línea de Calles, quien era llamado Jefe Máximo de la Revolución. En 1929 se fundó el Partido Nacional Revolucionario (PNR), antecedente del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En 1934 fue electo presidente Lázaro Cárdenas del Río para el primer período sexenal (1934-1940). Cárdenas desterró a Calles, impulsó la educación, la Reforma Agraria y decretó la nacionalización del petróleo. Su sucesor, Manuel Ávila Camacho, frenó el reparto agrario, concilió con la naciente burguesía industrial y enfrentó el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Durante la década de 1950, México vivió una época de gran desarrollo económico conocido como Milagro mexicano. Este desarrollo fue favorecido por el entorno de la recuperación en el marco de la posguerra. En 1960 se nacionaliza la industria eléctrica. El desarrollo económico se reflejó en el incremento de la infraestructura y los servicios públicos y de protección social. Como consecuencia del fortalecimiento del Estado, se desarrolló una serie de corporaciones clientelares asociadas al gobierno que ocasionaron conflicto con organizaciones independientes. Así ocurrió durante la huelga de los ferrocarrileros de 1959. La demanda de mayores libertades políticas se expresó de diversas maneras, muy notablemente por el movimiento estudiantil de 1968, que concluyó con el asesinato de estudiantes por parte del Ejército en Tlatelolco, y en las varias guerrillas que aparecieron en diversas partes del país y fueron reprimidas violentamente por el Estado.
Al final de la década de 1970, la economía mexicana dio muestras de un agotamiento que le condujo a la bancarrota al iniciar la década siguiente, en el contexto de un boom petrolero. Como resultado de la presión opositora, en 1977 se introdujo una reforma política que legalizó a la oposición de izquierda. Durante los años siguientes, la mayoría de las empresas paraestatales fueron privatizadas. En 1985, varias partes del centro y occidente país fueron sacudidas por un terremoto que dejó miles de muertos y desaparecidos, la mayoría en la ciudad capital. Durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), México vivió un repunte económico fundado en la privatización de las empresas del Estado y la apertura a la inversión extranjera. En 1994, cuando el TLCAN entró en vigor, el levantamiento zapatista y los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu sacudieron la escena política en México. La economía entró en una recesión conocida como error de diciembre, ubicada como la primera crisis de la globalización.
En 2000 el PRI perdió la presidencia después de 71 años en el poder, cuando Vicente Fox venció en las elecciones presidenciales. Le sucedió en el gobierno Felipe Calderón Hinojosa, que llegó a la presidencia en medio de las discutidas elecciones presidenciales de 2006. En 2007 se inició la guerra contra el narco, que ha dejado más de 34 mil muertos, de los cuales 15 273 ocurrieron en 2010.
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