1. No vive en la Moncloa alemana, sino en su piso del centro de Berlín.
Al llegar a la Cancillería renunció a tener una vivienda oficial y reside en su piso en pleno centro de Berlin, frente al Museo de Pérgamo (el Louvre alemán en la turística Isla de los Museos) en el barrio de Mitte, con vistas a un canal del río Spree que atraviesa la ciudad.
La cercanía al famoso museo es tal, que las cámaras de seguridad del Pérgamo filmaron la sala de estar de Angela Merkel supuestamente por error en 2006. Si le quieres hacerle una visita, o más bien fotografiar el edificio donde vive y ver a los policías que custodian el portal, apunta su dirección: Am Kupfergraben, número 6.
2. Podría ir andando… o en bici a trabajar.
Su vivienda está tan céntrica que solo hay 1,5 kilómetros de distancia desde su portal hasta la puerta trasera del Reichstag, por donde entran los diputados para acudir a las sesiones plenarias.
La Cancillería se encuentra ligeramente más alejada, a aproximadamente 2 kilómetros andando… o en bicicleta, como se mueven muchos berlineses.
3. Es hija de un pastor protestante.
En Alemania la religión católica y la protestante están igualmente propagadas entre la población, que se divide aproximadamente en un 50% practicante de una y otra rama del cristianismo.
La canciller alemana es la mayor de los tres hijos de un pastor protestante que murió en septiembre de 2011. Merkel anuló sus compromisos de campaña en la región federal de Mecklemburgo-Pomerania para poder despedirse de él.
4. Una política conservadora llegada desde la RDA.
Poco después de nacer, su padre fue destinado desde Hamburgo a la RDA. La pequeña Angela creció en Templin, cerca de Berlín, en la región de Brandeburgo. Ya mayor, se implicó activamente en la parroquia de su padre, como reflejan varias biografías que se han escrito sobre ella.
Más tarde la canciller ha confesado que aquella época no fue fácil por ser fuertemente creyente y practicante en un entorno hostil a la religión.
Pero no solo llamó la atención por eso, sino porque coleccionaba postales de obras de arte en un país comunista, con la correspondiente censura.
5. Es doctorada en Física.
El complicado título de su tesis es ‘Estudio del mecanismo de las reacciones de desintegración con fracciones sencillas de formación y cálculos de sus constantes de velocidad sobre la base de métodos cuántico-químicos y estadísticos’.
6. Por poco no se llama ‘Señora Cabreada’.
Su apellido es el de su primer marido. En su juventud mantuvo un corto matrimonio con otro estudiante de Física llamado Ulrich Merkel. Ha preferido conservar su apellido (en Alemania las mujeres adoptan el de su esposo) a pesar de estar casada ahora con Joachim Sauer.
Y es que el apellido de su actual marido tiene dos acepciones nada amables para una persona cuyo trabajo depende en gran medida de su imagen: de llamarse Frau Sauer en vez de Frau Merkel en la práctica se habría llamado ‘Señora Cabreada’ o ‘Señora Ácida’, según el gusto de cada cual.
7. Esperó a casarse para que no la acusaran de oportunista.
Angela Merkel y Joachim Sauer fueron pareja durante ocho años antes de pasar por el altar protestante en 1998. La canciller confesó en una extensa entrevista con la revista femenina Brigitte antes de ser elegida, que se habrían casado antes de no haber sido por la presión de la opinión pública:
“En ningún caso quería facilitar un segundo divorcio. Además, en ningún caso quería que se dijera ‘ésta se casa, porque está en la CDU [Unión Cristianodemócrata] y si no, no podrá ser ministra’”, rememoraba.
“Si no hubiera estado en la política, podría haberme casado perfectamente unos años antes. Cuando luego pasamos a la oposición, nadie podía decir que me casaba por mi carrera”.
8. Lo que relaja a la canciller de Europa.
Como gran amante de la naturaleza, para “evadirse del día a día de la política” recurre a la jardinería y los fines de semana le gusta cocinar mientras escucha música, comenta en su página web. Le gusta la clásica.
Enfundarse en unos “vaqueros y ropa ligera” también la ayuda a relajarse el fin de semana, confesó en una entrevista con Brigitte.
9. Acudió al peluquero de Claudia Schiffer para acallar las críticas.
El peinado ha sido uno de los temas más criticados y analizados tanto antes como después de su llegada al poder. Desde prestigiosas revistas alemanas como Stern, Focus o Der Spiegel hasta revistas de estilismo y cotilleo como Brigitte, los medios alemanes han peinado minuciosamente cada mechón de la mujer política.
Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Marlene Dietrich, Demi Moore, Gwyneth Paltrow, Plácido Domingo… y Angela Merkel. Éstos son, entre otros famosos, los clientes y exclientes de Udo Walz, un afamado peluquero berlinés que fue el elegido para un cambio de look de Angela Merkel en torno a 2003.
“La nueva belleza de la canciller Angela Merkel es uno de mis mejores resultados. Ahora está verdaderamente guapa”, afirmó en una entrevista en 2007. En otra ocasión –en 2009- contó al Westdeutsche Zeitung que Frau M, como la llama él, llega a su salón de peluquería y se sienta entre los demás clientes a la espera de que la atienda. Eso sí, sin necesidad de pedir cita previa. Basta con que avisen una hora antes de que va a ir.
Por cierto, si te apetece que un día te corte el pelo Udo Walz, puedes probar en sus dos salones en Mallorca.
10. Su famoso pastel de ciruelas.
De pequeña le gustaban las hamburguesas según la receta de la región de Berlín-Brandeburgo (‘Bouletten’) y los zumos de manzana o cerezas (que escaseaban en la Alemania comunista).
Ahora ha admitido que cocina pastel de ciruelas "por mi marido", al parecer uno de sus postres preferidos.
11. Quiere aprender el idioma de Sarkozy.
“A menudo me preguntan qué me gustaría hacer si tuviera mucho tiempo [libre]. En ese caso me gustaría aprender un nuevo idioma- preferiblemente el francés”, confiesa la canciller en su web.
12. Envidia la voz profunda de los hombres.
A la pregunta de la revista Brigitte sobre si envidia algo de los hombres, la primera mujer canciller de la historia de Alemania respondió: “En política, que tienen una voz más profunda”. (Básicamente porque les da automáticamente más autoridad).
Esa contestación la dio en 2005. Posiblemente hoy haya cambiado esa opinión, pues ya no sólo es la canciller alemana, sino que Europa no hace nada que ella no diga.
13. Gana 16.200 euros al mes más otras pagas.
El sueldo de la mujer más poderosa de Europa es de 16.170 euros brutos al mes, según la última subida para los miembros del Gobierno alemán antes de agosto de 2011 (estaban congelados desde 2002, según el diario Bild).
Además, los medios alemanes calculan que gana alrededor de 84.000 euros brutos más al año por tareas complementarias, como por ejemplo dar discursos en la Fundación Konrad Adenauer, ligada a la CDU.
Esto hace un total de al menos 278.000 euros brutos al año y se posiciona entre los jefes de Gobierno mejor pagados de la Unión Europea.
14. Escapadas a los lagos de las afueras de Berlín y vacaciones en los Alpes.
“En cuanto la agenda lo permite, mi marido y yo salimos al campo. Me encantan los paseos por mi tierra, la idílica zona de los lagos de Uckermark [, al noreste de Berlín]”, cuenta Merkel en su web.
En vacaciones Joachim Sauer y Angela Merkel acostumbran a irse a los Alpes para hacer senderismo. “Con el aire fresco de la montaña y unas vistas bonitas se me despeja muy bien la mente”, desvela la canciller.
Aunque su gran sueño es montar un día en el Transiberiano y viajar desde Moscú hasta Vladivostok. Quizá lo cumpla cuando se retire.// La información
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