La nariz es una parte de nuestro físico que marca la fisionomía
de cada uno. Existen muchos patrones diferentes y formas de nariz, y siempre se
busca aumentar la belleza a la hora de hacerse una cirugía en esta parte del
cuerpo. El Dr. José Mª Guilemany ha elaborado un decálogo con 10 curiosidades a
tener en cuenta:
1. Es la parte más pronunciada de nuestro rostro: cuando la
nariz no es harmónica suele ser la zona de la cara en la que más nos fijamos al
conocer a alguien, y por el contrario cuando destaca por su belleza nos fijamos
menos en ella, mirando más los ojos y labios. Por estos motivos, marca los
rasgos característicos y es una de las partes del cuerpo que más se operan.
2. El desarrollo nasal se prolonga durante toda la infancia e
incluso adolescencia, no completándose hasta que finaliza el desarrollo craneal:
salvo casos excepcionales no se recomienda operar en mujeres hasta los 15-16
años, y en hombres hasta los 17 años. Con el paso del tiempo se alarga y caen
los cartílagos por efecto de la gravedad y la ruptura de los ligamentos que los
sustentan.
3.
La memoria olfativa es la más poderosa del ser humano: el sentido del olfato
está conectado directamente con el sistema límbico. Se trata de la parte del
cerebro que está asociada a la atribución de las respuestas emocionales y la
memoria. ¿Quién no ha asociado algún olor con etapas de su niñez o adolescencia?
El olor es el sentido que más conectado está con nuestros recuerdos
emocionales.
4. Las primeras intervenciones datan del año 3.000 a.C.: según
algunos documentos históricos, los médicos egipcios realizaban intervenciones en
esta parte de cuerpo hace más de 3000 años de antigüedad. Estas operaciones
tenían como objetivo la reconstrucción de la nariz, debido a los conflictos
bélicos.
5. Indica la suerte en el matrimonio: existe una creencia
basada en el Face Reading asiático, que indica que las personas con una nariz
recta y grande tienden a tener buena suerte en el matrimonio.
6. Las cirugías funcionales de la nariz son compatibles con una
mejora estética: los pacientes que deban someterse a una intervención de tipo
funcional, como por ejemplo una reducción de cornetes endoscópica, pueden ser
objeto también de una operación estética, ya que la mejora de la funcionalidad
no está reñida en ningún momento con la mejora estética.
7.
Acondiciona el aire: una de sus funciones más destacadas es la de humidificar,
calentar y limpiar el aire que entra hacia nuestros pulmones. Respirar por la
nariz de forma correcta es vital para evitar posibles patologías.
8. Puede sufrir de anosmia: la nariz puede dejar de percibir
los olores, y el olfato puede llegar a verse abolido por completo. Estos casos
se conocen como anosmia y consisten en la pérdida de la función del sentido del
olfato. Además, se calcula que más del 15% de la población tiene algún grado de
pérdida del olfato, una patología que afecta al día a día de estas personas.
9. Existe una gran vinculación entre la funcionalidad y la
estética: se trata de dos conceptos indivisibles y que van cogidos de la mano.
Una nariz mal operada puede tener unas secuelas funcionales y estéticas
irreversibles, con lo que el cirujano nasal debe realizar sus intervenciones
teniendo siempre en cuenta estos dos conceptos.
10. Es el único sentido que se fatiga: cuando nuestra nariz
percibe malos olores, nuestro organismo lo detecta y nos damos cuenta de ello,
pero pasados unos minutos, es posible que nuestro cerebro se adapte. Una
peculiaridad que no sucede con el resto de los sentidos del cuerpo humano.//
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