Aunque se haya convertido en una de nuestras perdiciones, e
incluso, en una verdadera adicción, es cierto que nuestro organismo no necesita
de azúcar blanco. Reducir su consumo o directamente sustituirlo por otros
azúcares más saludables puede dar un giro de 180º a nuestra salud, además de
nuestro aspecto y estado de ánimo.
Son muchas famosas como Angelina Jolie o Madonna que ya han
renunciado a esta "droga dura" como la califican muchos especialistas en
nutrición. Según los expertos, su abuso puede provocarnos graves problemas de
salud y sobrepeso, incluso, hasta una incontrolable adicción. Le mostramos diez
buenas razones para dejarlo a un lado.
1. No aporta nutrientes
No es un alimento ya que el proceso industrial por el que se
obtiene le sustrae las sales minerales y los oligoelementos naturales de la
planta de origen. Muchos nutricionistas como Luisa Martín Rueda, autora de
"Vivir sin azúcar", lo consideran una sustancia química que no aporta ningún
nutriente, sino todo calorías.
2. Está en todas partes
En la bollería industrial, en las conservas, en los embutidos,
en las salsas, en el pan, en los yogures, en los refrescos, en los productos
light,... Aunque no compre azúcar blanco seguramente lo esté consumiendo sin
darse cuenta, ya que se encuentra en todos lados. Ahora bien, no se preocupe, ya
que si se toma con moderación no es un problema.
3.
Demasiadas calorías
Nuestro organismo necesita glucosa, es decir, la forma final de
la digestión de todos los hidratos de carbono que tomamos. Pero si nos pasamos
con el consumo de carbohidratos de digestión rápida como el azúcar o los dulces,
esta glucosa la almacena el cuerpo en forma de grasas en zonas como la tripa,
las caderas y los glúteos.
4. Afecta al organismo
Luisa Martín Rueda explica que para metabolizarse, el azúcar
sustrae del organismo vitaminas del grupo B, calcio y diversas sustancias
vitales. Además, está demostrado que las personas que abusan del azúcar comen de
manera más deficiente y no ingieren los nutrientes necesarios.
5. Estimulante
La nutricionista advierte que el azúcar blanco produce efectos
fisiológicos negativos sobre el aparato locomotor, sustrayendo el calcio a los
hueso, y sobre el sistema nervioso, estimulándolo en exceso. También afecta al
funcionamiento de las defensas y sobreexcita el páncreas, además de tener otros
efectos de tipo anímico.
6. Afecta a su belleza
Según los expertos, su consumo excesivo deteriora el colágeno y
acelera el envejecimiento de los tejidos. El exceso de glucosa que se encuentra
en el organismo transforma el colágeno provocando flacidez y descolgamiento de
la piel. También puede provocar caries y otros problemas dentales.
7. Ralentiza su metabolismo
El proceso de desmineralización y pérdida de vitaminas, que
hemos mencionado anteriormente, disminuye la capacidad de absorción de
nutrientes y ralentiza el metabolismo, provocando además, fatiga, falta de
energía, caída del cabello, problemas digestivos y hasta depresión.
8. Debilita los órganos
Debilita el páncreas y el bazo provocando un estado de baja
energía renal y desmineralización que puede llevar al nerviosismo, problemas de
sueño o dolores de cabeza.
9. Efecto adictivo
Cuando ingerimos azúcar refinado éste entra de una manera muy
rápida en el torrente sanguíneo, provocando que el páncreas segregue gran
cantidad de insulina para poder transportarlo a los órganos. Al no poder
almacenarlo, esta glucosa se convierte en reservas de grasa. Este proceso no
sólo nos hace aumentar de peso sino que nos produce una situación de
hipoglucemia ante la que el cuerpo reacciona pidiendo más azúcar.
10. ¿Azúcar moreno?
A diferencia del blanco, el azúcar moreno no se refina
totalmente, manteniendo algunas de sus propiedades nutritivas. A pesar de ello,
hay que tener cuidado como nos explica Luisa Martín: "Algunas empresas de
comestibles añaden colorante marrón o caramelo al azúcar refinado para hacerlo
pasar por integral".
Por ello, las opciones más sanas para sustituirlo y endulzar
nuestras comidas aportando nutrientes son la miel, la fructosa, el sirope de
agave, la panela o las melazas. Si no quiere añadir calorías, la mejor elección
es la estevia, más natural.// Economía hoy
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