En México a pesar de no ser tan difícil poder ver una película
en su versión original, existen cinemas como “Cinemex” los cuales muy rara vez
deciden presentar la películas en su versión original (subtituladas), siempre
las presentan dobladas y no es que yo tenga nada contra el doblaje de películas,
o al menos no en su totalidad. Así que para que puedan verlo desde mi punto de
vista les presento mis razones para preferir una película en su versión
original, que doblada.
1.- Los actores de doblaje
Por mucho que hayan grandes actores de doblaje en América
Latina, no dejan de ser eso… actores de doblaje, ellos no han trabajado con el
director de la película, no son capaces de transmitir las mismas emociones que
el actor al que están doblando y tienden a grabar mas de una sola toma has
quedar “perfecta”.
2.- Un muy mal reparto
¿No están cansados de que diferentes actores tengan la misma
voz? O peor, que algunos actores tengan a veces una voz y luego otra.
¿Reconocerían la voz real de Robert De Niro? Seguro que la voz doblada la tiene
muy presente.
3.- La presencia latina
El español está cada día más presente. La mayoría de las
películas que vemos son americanas, y cada vez hay más latinos allí. Esto hace
que no sean pocas las películas en las que aparece el español. Quienes traducen
el texto para el doblaje tienen que hacer piruetas para explicar que dos
personajes que escuchamos en el mismo idioma no se entiendan. Normalmente es
imposible y resulta ridículo. Hay muchos más ejemplos de los que pensamos.
4.-
Los intérpretes desaparecen
En los casos en los que un intérprete solo ha puesto la voz,
como es el caso de Scarlett Johansson en “Her”, o cualquier narrador, o
cualquier película de animación; en la versión doblada desaparecen. No queda
nada de ellos.
5.- Los acentos e imitaciones
Que la reina de Inglaterra y un camello de Baltimore hablen
parecido es delirante. Los actores trabajan el acento, imitan a personajes
famosos, transforman su voz, para que luego todo quede aplastado por el idioma
neutro del doblaje, que en el mejor de los casos, ofrece una solución
alternativa.
6.- Los malos chistes
¿Cuántas veces un chiste se estropea por culpa del doblaje? Un
juego de palabras, una rima… “Me llamo Buck y he venido a follar” (Kill Bill
Parte 1) no tiene gracia. ¡No rima!
7.- Neo lengua artificial
Estamos tan acostumbrados que ya ni nos damos cuenta, pero oír
hablar en español a americanos, franceses, japoneses… resulta de lo más
artificial. El doblador hace lo que puede, intentando adaptarse a la entonación
de otros idiomas, y se construye una especie de neo lengua, con expresiones y
tonos imposibles. ¿Quién dice “maldita sea”?
8.- Hitchcock se equivocaba
Hitchcock dijo una vez que con el doblaje se perdía parte
importante de la película, pero con el subtitulado mucho más. A esta afirmación
se aferran muchos defensores de la versión doblada. Lo que está claro es que
Hitchcock no acostumbraba a ver cine doblado, y que sea uno de los mejores
directores de todos los tiempos no le convierte en entendido de algo que no
conoce. Y si no, piensen en el mal trabajo que hizo Kubrick supervisando el
doblaje de “El resplandor”. Es verdad que los subtítulos tienen también algunos
contras (no son traducciones exactas y a veces nos despistan de la información
visual) pero no distorsionan tanto el resultado como un doblaje.
9.- No quiero pasarme la película leyendo
Dicen muchos, pero no es para tanto. Es verdad que hay
películas con mucho diálogo, pero no es lo habitual. Además, el buen subtitulado
es resumido y solo hay que seguir un poco el texto para entender la película. La
mayoría de las líneas de diálogo son frases cortas y espaciadas, solo en las
conversaciones podemos saturarnos un poco. Cuando te acostumbras, apenas te das
cuenta de que estás leyendo.
10.- Cuestión de costumbres
Para mucha gente, entrar a un cine a ver una película en
versión original es una excentricidad. Que es de frikis, vaya. Sin embargo, es
posible que esa misma persona vea su serie favorita subtitulada porque no quiere
esperar. Llevamos viendo cine doblado desde siempre, y como cualquier cambio,
puede resultar extraño. Eso sí, normalmente cuando alguien se adentra en la
versión original ya no quiere volver. ¡Malditos hipócritas!
Para terminar, quiero mostrar mi admiración por algunos
dobladores que han hecho historia, como Jesús Barrero, Mario Castañeda, Víctor
Ugarte entre muchos otros. Que no me guste el doblaje no significa que no haya
verdaderos artistas trabajando en él.// Portal Tuxtla
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