La neurociencia considera que las palabras que usamos pueden cambiar nuestra mente. Del mismo modo, las palabras que utilizamos en nuestra manera de educar definen lo que entendemos por educación. Por eso es muy importante elegir bien las palabras que usamos, porque van a configurar aquello de lo que hablamos.
Nuestra forma de entender la educación, y, por tanto nuestra forma de educar, viene definida por las palabras con la que hablamos de ella. Este es el motivo por el que me gustaría compartir con cuáles son las diez palabras que creo que pueden cambiar la educación:
1. Inversión. Sin inversión económica para dotar a los centros educativos de recursos, para poder reducir las ratios, para mejorar los recursos materiales de las aulas, para formar más y mejor a los y las docentes... todas las demás palabras que puedan utilizarse pierden una parte de su poder.
2. Saber. Una de las funciones fundamentales de la educación es la adquisición de conocimientos... eso no deberíamos olvidarlo nunca. Pero esos conocimientos deben ser útiles, aplicables a la vida, que nos permitan ser críticos. Hay que huir del saber fugaz, ese que se olvida a las pocas horas de hacer un examen. ¡Ah! Por cierto, cualquier aprendizaje requiere de un esfuerzo y de un nivel de concentración y atención. Pero ese esfuerzo puede realizarse de muchas formas y no vales eso de que la letra con sangre entra... ese es el recurso de quien no tiene recursos.
3. Hacer. La educación también necesita de la palabra hacer porque siempre debe invitar a la acción. Lo que aprendemos debe poder materializarse en cosas concretas que nos permitan mejorar nuestra vida y la de los demás.
4. Pensar. La educación también debe ayudarnos a pensar mejor a dotarnos de estrategias y destrezas que nos permitan tener una visión propia de las cosas y nos permita discernir entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo...
5. Convivir. No estamos solos, cualquier aspecto de nuestra vida necesitas de otros. Saber convivir es un valor imprescindible en nuestro mundo y la educación no puede estar al margen de esta realidad.
6. Colaborar. Pero no se trata solo de convivir en armonía con los demás, sino de tener la capacidad de colaborar, de cooperar, de compartir conocimientos y experiencias. La educación debe hacernos competentes más que competitivos.
7. Inclusión. No podemos dejar a nadie fuera de la educación. Se trata de que cualquier individuo, sea como sea, tenga el talento que tenga quede incluido en el sistema educativo para que pueda desarrollar al máximo su potencial, sea este cual sea.
8. Emoción. Hay quien dice que sin emoción no hay aprendizaje. Quizás es una afirmación algo extremista (creo que se aprende también por necesidad e incluso por obligación), pero que duda cabe de que con emoción el aprendizaje es un poco más fácil y significativo.
9. Sostenible. La educación debe incidir en los valores que hacen el mundo sostenible porque nada de lo dicho anteriormente tiene sentido si acabamos con el planeta.
10. Creatividad. Tener una mirada disruptiva, ser creativo/a a la hora de afrontar los problemas y desafíos de la vida es fundamental para desarrollarnos como personas y para colaborar en hacer un mundo cada vez un poco mejor.// El Blog de Salvaroj
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