Cada vez más empresas en Japón ofrecen este servicio a quienes quieran dejar su vida atrás por deudas financieras o problemas sociales
Una persona que decide desaparecer por completo. Eso es lo que en Japón denominan jouhatsu. La traducción literal es “evaporación”. Y cada vez hay más empresas japonesas que ofrecen la posibilidad a sus clientes de convertirse en jouhatsu.
Así como lo lees. Se ha convertido en un servicio. El método que consigue hacer desaparecer por completo a las personas es el conocido como “mudanza nocturna”. Aunque es un secreto en qué consiste, su nombre se debe a la capacidad del servicio de borrar a la persona y hacer que sea imposible localizar su paradero.
El perfil de quienes deciden recurrir a estas empresas puede ser el de personas con problemas financieros como deudas. También los hay que tienen problemas maritales, ya que la tasa de divorcios en Japón es muy baja, y muchos ciudadanos consideran más fácil desaparecer sin rastro que romper con su matrimonio.
Asimismo, entre el colectivo de jouhatsu hay gente que siente una presión considerable por cumplir determinado papel entre su círculo más cercano, o personas que simplemente están ilusionadas por empezar de cero una nueva vida. “Los motivos de las mudanzas nocturnas suelen ser positivos, pero también hay mudanzas tristes, cuando la razón es haber dejado la universidad, perder un trabajo o escapar de un acosador”, asegura Sho Hatori en declaraciones BBC Mundo. Es fundador de una de las empresas que ofrece estos servicios en Japón.
Explica que muchas veces, en el trasfondo de tomar una decisión tan importante como desaparecer hay “razones sociales”. Por eso, inició su negocio en los años 90 en plena burbuja económica de Japón, con el fin de “ayudar a las personas a comenzar una segunda vida”.
¿QUÉ PROMETE ESTE SERVICIO?
Las llamadas “mudanzas nocturnas” garantizan al cliente que ni amigos ni familiares podrán localizarle. De hecho, no pueden acceder a las grabaciones de las cámaras de seguridad que podrían haber registrado a su ser querido en camino a su nueva vida.
Y es que Japón puede considerarse un buen sitio para desaparecer porque allí la privacidad es un derecho muy protegido por la ley. De hecho, ni la policía es una alternativa. En caso de desaparición, los agentes sólo pueden intervenir si se produce un crimen o un accidente. Así pues, las alternativas son muy reducidas para la familia: “todo lo que puede hacer es pagar a un detective privado o, simplemente, esperar”.
“EVAPORARSE” TIENE HISTORIA
No existe un dato oficial sobre el número de jouhatsu en Japón, pero se estima que cerca de 100.000 personas desaparecerían cada año. Un fenómeno que parece ponerse de moda ahora entre las empresas japonesas, pero que viene de tiempo atrás como representa la película “Un hombre desaparece” de la década de 1960. El protagonista abandona su familia para no dejar rastro.
Diez años más tarde, a partir de 1970, se registró un número importante de casos de jóvenes que huían de las zonas rurales y de la dura vida allí hacia las grandes ciudades del país.// COPE
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