Dichos moluscos son “muy sensibles” a las condiciones microclimáticas del suelo y a la estructura vegetal, porque estos animales suelen eliminar el humus y los restos de hojas que constituyen buena parte de su hábitat.
El fuego, como sucedió en la zona de Sant Llorenç del Munt de Valencia tras el incendio de agosto de 2003, reduce la diversidad y la riqueza de moluscos, en particular las especies forestales, y favorece a las especies más propias de espacios abiertos. La investigación, que publica la revista “Forest Ecology and Management”, ha estado coordinada por el doctor del Departamento de Biología Animal de la Universitat de Barcelona (UB) Xavier Santos, informó Europa press.
El proceso consistió en dividir en cinco zonas, incluyendo una de control no quemada y otras cuatro con diferentes tipos de tratamiento postincendio.
Es cierto que los caracoles son la especie más afectada en los incendios forestales; sin embargo, también poseen la capacidad limitada de repoblar zonas afectadas por el fuego aunque se tarden un buen tiempo.// La-razon.com
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