El Reino de Bélgica (Koninkrijk België en neerlandés, Royaume de Belgique en francés y Königreich Belgien en alemán) o simplemente Bélgica es un país soberano miembro de la Unión Europea situado en el noroeste europeo. El país cubre una superficie de 30.528 kilómetros cuadrados y posee una población aproximada de 11 millones de habitantes.
Bélgica está lingüísticamente dividida. Tiene tres lenguas oficiales: el 60% de su población, principalmente en la región de Flandes, habla neerlandés, mientras que cerca del 35% habla francés (en la región de Valonia, al sur, y en la Región de Bruselas-Capital, una región oficialmente bilingüe que acoge también una minoría de hablantes de neerlandés). Menos de un 1% de los belgas vive en la Comunidad germanófona y hablan Alemán, al este del país. A menudo, esta diversidad lingüística lleva a conflictos políticos y culturales, y se refleja en el complejo sistema de gobierno de Bélgica y en su historia política.
Bélgica recibe su nombre del nombre latino de la parte más septentrional de la Galia, Gallia Belgica, cuyo nombre procede de un grupo de tribus celtas, los belgas. Históricamente, Bélgica ha sido parte de los Países Bajos, que también comprenden los actuales Países Bajos y Luxemburgo, y cubrían una región algo mayor que el actual Benelux.
Desde finales de la Edad Media hasta el siglo XVII, fue un floreciente centro de comercio y cultura. Desde el siglo XVIII hasta la Revolución belga de 1830, Bélgica, en aquella época llamada los Países Bajos del Sur, fue el lugar de muchas batallas entre los poderes europeos, y es por ello que se ha ganado los apodos de "el campo de batalla de Europa"2 o "la cabina de Europa".
Es uno de los miembros fundadores de la Unión Europea cuyas instituciones principales son hospedadas por el país, así como muchas otras organizaciones internacionales, como la OTAN.
ETIMOLOGÍA
La más antigua utilización de las voces Belgae y Belgica que nos han llegado está en el De Bello Gallico de Julio César. Dividía la Galia que conquistó en tres partes: los galos propiamente tales, los aquitanos y los belgas. Estos últimos estaban separados de los galos por los ríos Sena y Marne. Durante el reinado deAugusto, Marco Agripa dividió la Galia en tres provincias y una de ellas llevaba el nombre de Gallia Belgica. Esta última se reorganizaría durante Domiciano que la dividió en tres nuevas provincias, un Gallia Belgica y dos Germania. La Gallia Belgica, más tarde, se dividió en dos: la Bélgica Prima y la Bélgica Secunda. La actual Bélgica tiene poco que ver con estas antiguas provincias romanas, la mayor parte de su territorio se ubica en la histórica Germania Inferior (más tarde llamada Germania Secunda) y en Bélgica Secunda.
Estos términos casi desaparecieron por completo después de las invasiones bárbaras, y subsistieron sólo bajo la pluma de algunos clérigos. No reaparecieron sino hasta la segunda mitad del siglo IX, después de la escisión del imperio de Carlomagno, con la creación de la Lotaringia. Los clérigos de entonces, siguiendo más la moda antigua que otra cosa, utilizaron la voz Bélgica para designar al reino de Lotario II, situado entre la Gallia de Carlos el Calvo y la Germania de Luis el Germánico. Las denominaciones Belgae, Bélgica, Gallia Belgica desaparecieron de nuevo en el siglo XII, después de la desaparición de la Lotaringia.
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