México es líder en la lista de países con mayor obesidad en el mundo, superando a Estados Unidos, que ocupaba el primer lugar, según un informe de Naciones Unidas.
¿El culpable? Los alimentos procesados altos en calorías y de bajo costo sumados a un estilo de vida cada vez más sedentario y el seguimiento de errores que evitan que la cintura disminuya y muy por el contrario ganen volumen.
El peligro, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un incremento de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, enfermedades de las articulaciones y algunos tipos de cáncer.
Falta de sueño
Está demostrado que quienes duermen más de siete horas son más propensos a bajar de peso que quienes duermen menos. Además, está comprobado que la falta de sueño puede reducir los niveles de ghrelina y leptina, las hormonas que regulan el apetito.
Dejar de tomar alcohol
Estudios recientes revelan que quienes dejan de consumir alcohol tienen más chance de ser obesos que aquellos que toman una copa un par de veces por semana. Después de todo, suprimir su consumo, puede fomentar obsesión la cual será canalizada a otros alimentos azucarados. Obviamente la ingesta debe ser moderada y sin mezcladores como refrescos y jugos.
Beber vino tinto
Estudios demuestran que beber una copa 4 veces por semana, incrementa el colesterol bueno en el cuerpo y ayuda a la salud digestiva, pues permite la existencia de bacterias que controlan el aumento de peso y la aparición de diabetes tipo 2.
Pérdida de masa muscular
La pérdida de masa muscular relacionada con la edad, o sarcopenia, puede manifestarse desde los 30 años y generar una pérdida de hasta 2 por ciento de la masa muscular. Los músculos son esenciales para poder bajar de peso, y la falta de ellos produce que una mayor cantidad de calorías se almacene como grasa. Evita convertirte en una persona sedentaria y ve al gimnasio regularmente.
Confiar sólo en el agua
Beber agua hace bien, pero aumentar el consumo de frutas, vegetales, frijoles y alimentos integrales, todos con un alto volumen de H2O, te ayudará a perder más peso a largo plazo y te sentirás satisfecha por más tiempo. El agua no es suficiente, debes consumir alimentos con H2O.
Bajas expectativas
Según los estudios, proponerte bajar más tallas de ropa te ayudará a perder peso. A algunos les parecerá una locura, pero está demostrado que si tienes un objetivo más ambicioso es más probable que estés más motivado a adelgazar.
Confiar en las letras pequeñas
Es importante verificar todos los beneficios que están indicados en los empaques de comida. No sólo porque en las etiquetas diga “bajo en grasa” o “bajo en carbohidratos” significa que ello permita disminuir de peso. Lo ideal es ingerir alimentos no procesados y enteros .
No estás corriendo tanto como crees
Si estás corriendo y no estás viendo los resultados, echa un vistazo a tu calendario y anota las veces que has corrido este mes.
Salir a correr una vez a la semana 40 minutos o un par de veces 20 minutos, no te hará quemar las calorías necesarias para que sientas el descenso de peso.
Aumenta gradualmente el kilometraje que corres, sé constante y consistente en tus entrenamientos y sin darte cuenta pronto estarás descendiendo de peso.
Comidas post-entreno hipercalóricas
Salir a correr, puede llegar a abrir el apetito, y sino tienes la conducta y conocimientos adecuados, con la excusa de las calorías que has quemado, podrías terminar comiendo mas calorías.
Además de correr inteligentemente, debes alimentarte de la mejor manera: luego de un entrenamiento, incorpora proteínas e hidratos de carbono con un buen contenido de fibras para ayudar a saciarte más.
Mantente alejado de la comida chatarra como tu alimento postentreno ya que seguramente te lleve a aumentar de peso en vez de descender.
Tú eres consistente en no ser consistente
Para perder esa panza que tantos dolores de cabeza causa, es importante desarrollar hábitos sanos y adherirse a ellos. Una de las mejores formas es planear y desarrollar un programa adecuado al estilo de vida.
Calendarizar el entrenamiento los mismos días y todas las semanas. La mayoría de las personas dicen: “yo haré ejercicio cuando tenga tiempo”, lo cual por supuesto, nunca sucede. Para cumplir con este calendario, es importante definirlo y llevarlo a cabo.
Crear un diario de ejercicio y documentar el progreso. Anotar los resultados, cambios o cualquier variación en la rutina.
Buscar un compañero de entrenamiento. Con un compañero de entrenamiento a quien rendirle cuentas, será menos probable que la gente se salte una sesión de ejercicios.
Prepara comidas saludables para toda la semana. Además de cocinar al gusto, permite el ahorro de gastos innecesarios y evita que se haga trampa y se “abandone” la dieta fácilmente.// Informador (MX)
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