Los laureados, que publicaron sus observaciones revolucionarias en 1998 en dos estudios distintos, son el estadounidense Saul Perlmutter, del Supernova Cosmology Project, por un lado, y el también norteamericano Adam Riess y el australoestadounidense Brian Schmidt del High-z Supernova Search Team, por otro.
Los tres estudiaban un tipo de supernovas, llamadas 1a, creadas por la explosión de residuos densos de estrellas.
Estas supernovas emiten luminosidad propia, conocida a la perfección por los astrónomos, que puede alcanzar la de una galaxia entera, y sirven de modelo para medir las distancias en el universo, lo que les vale el apodo de "candelas estándar".
En 1998, los tres astrofísicos fueron los primeros sorprendidos en ver más de 50 supernovas en el cosmos con una luminosidad inferior a la que supuestamente debían tener. Su conclusión, avalada por otras observaciones y estudios, es que la expansión del universo se acelera desde el Big Bang ocurrido hace unos 14.000 millones de años.
Y eso que durante casi un siglo, los científicos predijeron justo lo contrario, partiendo del principio de que la fuerza de la gravedad frenaba la expansión del universo. Una conclusión tan asombrosa que a Brian Schmidt, de 44 años, le costaba creérsela. "Adam Riess y yo intentábamos comprender este resultado sorprendente, tratábamos desesperadamente de encontrar lo que no encajaba (...). Parecía demasiado increíble para ser verdad. Estábamos algo asustados", contó a periodistas que lo interrogaban desde Estocolmo por internet.
"Nuestros estudios sobre las supernovas, encaminados inicialmente a medir la desaceleración de la expansión del universo bajo el efecto de la gravedad, demostraron en realidad su aceleración", resume Saul Perlmutter en su página personal de la Universidad de California en Berkeley.
"Este resultado sugiere que la mayor parte del universo —alrededor del 75%— podría estar constituida por una energía hasta ahora desconocida, llamada energía oscura, que es responsable de la aceleración de su expansión", explica.
Una energía "oscura" que gobernaría la dinámica del universo desde hace millones de años. Según el hallazgo de los tres premios Nobel 2011, funcionaría como una antigravitación, es decir, una fuerza que repele.
Reacciones de los nobel de Física
Teléfono
Saul Perlmutter expresó que el comité Nobel tenía su número telefónico equivocado, por lo que el físico se enteró de la noticia cuando un periodista lo llamó. "Me dijo 'Felicidades', y yo le dije: '¿Felicidades por qué?'", contó. Mientras, su esposa fue a la computadora para ver si no era broma.
Excitante
Adam Riess de la Universidad John Hopkins recibió con sorpresa y alegría el galardón de Física. "Mi participación en el descubrimiento de la aceleración en la expansión del universo y su significado para la presencia de la energía oscura ha sido una aventura increíblemente excitante", señaló.// La-razon.com
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