En el extremo norte del Valle de Punilla, las alegrías y penas de los vecinos de Capilla del Monte están íntimamente ligadas a la magia que irradia el cerro Uritorco. La mole de granito y sus insondables misterios despegan desde el borde mismo del pueblo hasta alcanzar 1.979 metros de altura.
Son variadas las formas de abordarlo, un desafío que convoca tanto a los pobladores locales como a miles de visitantes, que llegan a este rincón de Córdoba atraídos por su creciente fama. Algunos lo intentan a través de las actividades de aventura, dispuestos a intentar el ascenso de cuatro horas por sus laderas y senderos intrincados. Una vez en la cima, se alcanza a observar una panorámica inmejorable del valle. Los menos audaces encuentran en el cerro un refugio espiritual, que proporciona armonía mediante la meditación y las terapias orientales. Para unos y otros, las piletas naturales desplegadas en la base sugieren la mejor forma de relajarse en aguas termales.
La poderosa atracción del Uritorco suele desplazar a un injusto segundo plano al Parque Los Terrones, un conjunto rocoso de sedimentos volcánicos, cuyas formas caprichosas emergen entre palmeras y helechos, para perturbar la vista y demandar una larga sesión de fotos. La omnipresente autoridad de la piedra granítica da un respiro en el dique Los Alazanes, un santuario de truchas, habilitado todo el año para la pesca deportiva con señuelos artificiales. A su vez, desde la costa o en botes a remo se consigue carpa y pejerrey en el dique El Cajón.
El cerro Colchiqui se presta para las cabalgatas, trekking, avistaje de cóndores y visita a un cementerio de pobladores originarios. Para obtener la mejor vista de este cerro, flanqueado por las elevaciones del Aspero y el Pajarito, conviene tomar distancia a través de la ruta 17 y poner pie en el Parque Natural Ongamira.
Para recuperar energías esperan los balnearios del río Calabalumba y Aguila Blanca, junto al río Dolores. Otra alternativa para refrescarse aflora en medio del cerro Las Gemelas, donde fue construido el complejo turístico Agua de los Palos, estratégicamente concebido a 1.300 metros sobre el nivel del mar, junto a una vertiente de agua mineral. Esta base de turismo aventura y cabalgatas cuenta con una piscina, restaurante y casa de té.
Los que llegan a esta zona con la idea de ser sorprendidos por fenómenos paranormales tienen la posibilidad de consultar en el Centro de Informes Ovni. Por su parte, el Templo Shiva Shakti y el Templo Zen Shobogenjil están dispuestos a satisfacer a los interesados en la filosofía tántrica o en la meditación zen.
La atmósfera urbana de Capilla del Monte retomó su tradicional atmósfera relajada, después de celebrarse el Festival Uritorco Rock, que animaron seis bandas locales durante la noche de Reyes. Ahora Capilla del Monte se prepara para la tercera edición del Festival Alienígena, que en 2013 reunió a más de 13 mil personas disfrazadas de extraterrestres. Esta vez –del 14 al 16 de febrero– habrá comparsas, músicos en vivo, performance de láser y luces, elección de la Reina y del mejor disfraz y premios.
Los orígenes del pueblo se revelan en la parroquia San Antonio –de principios del siglo XX–, El Zapato –un gran mirador de la serranía, punto de encuentro de las tribus de la zona– y el museo Deodoro Roca, que atesora piezas arqueológicas, numismática, pinturas y objetos antiguos.// Clarín (COM)
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